Las fuerzas de seguridad de Tailandia detuvieron a 91 inmigrantes ilegales de la etnia musulmana rohingya, perseguida por la Junta Militar que gobierna la vecina Birmania (Myanmar), anunció hoy la Policía.

El grupo fue apresado el sábado en la provincia meridional de Trang cuando intentaba cruzar a Malasia, según el coronel Putthipong Musikul.

Musikul aseguró que los clandestinos serán deportados en los próximos días a Birmania, de acuerdo a la legislación tailandesa.

Hace dos años, los grupos de derechos humanos arremetieron contra Tailandia por presuntos abusos contra decenas de rohingya, y un barco lleno de sin papeles fue incluso expulsado a alta mar sin agua ni comida por un patrullero de la Armada.

Las autoridades tailandesas se niegan a concederles asilo político porque insisten en que sólo pretenden trabajar en el país y no están en peligro en Birmania.

Integrada por unos 3 millones de personas que descienden de los comerciantes árabes que llegaron en el siglo VII a la región de Arakan, la etnia musulmana rohingya es habitualmente reprimida por los militares budistas birmanos.

En 1992, más de 250.000 huyeron del país para escapar de operaciones de limpieza étnica, según datos de Human Rights Watch y Amnistía Internacional.