La ONU reclamó hoy el respeto total de la voluntad que expresen los votantes en el referéndum de autodeterminación del sur de Sudán, de modo que ningún abuso empañe esta etapa crucial de la historia de este país.

Con ese fin, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió a las autoridades centrales de Sudán, en Jartum, así como a las de la región autónoma del sur, que garanticen que los votantes podrán ejercer plenamente sus derechos antes, durante y después del referéndum.

A ambas partes les pidió igualmente que adopten medidas rápidas en caso de que se detecte cualquier intento de intimidar a grupos o individuos, o de alterar los resultados de la histórica consulta.

Pillay pidió en especial por la seguridad del 1,5 millones de sudistas (sudaneses del sur) que viven en el norte arabo-musulmán, así como por los habitantes del sur originarios del norte.

También dijo que causan preocupación informaciones recibidas sobre proclamas amenazantes de agentes gubernamentales sobre la suerte que correrán los sudistas que viven en el norte si el resultado del referéndum inicia el proceso para la creación de un nuevo Estado.

La ONU considera que, por el momento y a pesar de las limitaciones de tiempo y recursos, el registro de votantes se ha desarrollado ordenadamente, declaró Pillay, quien confesó su "cauto optimismo" por la promesa del Gobierno de Jartum de que respetará el resultado de la votación.

No obstante, la alta comisionada recordó que a lo largo de este proceso electoral se han registrado hechos alarmantes, como las restricciones que ha sufrido la prensa y un número indeterminado de arrestos arbitrarios, y reclamó que no se permita que tales hechos se repitan en los próximos días o semanas.