La continuidad del tripartito que forma la coalición gubernamental a las órdenes de la canciller alemana, Angela Merkel, depende de la recuperación del Partido Liberal (FDP), sumido en una grave crisis interna, según el presidente de Baviera y líder de la Unión Socialcristiana (CSU), Horst Seehofer.

"Tengo la esperanza de que el FDP se estabilice", afirma Seehofer en declaraciones que publica hoy el rotativo "Süddeutsche Zeitung" con motivo de la celebración mañana de la tradicional cumbre de los Reyes Magos de los liberales.

La fuerte baja de popularidad del FDP ha hecho que las bases y una parte de los dirigentes liberales cuestionen la continuidad de su líder y ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, de quien se espera un discurso apasionado en la reunión de su partido.

El líder de la CSU, partido hermanado con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, afirma que del futuro de los liberales "depende también la coalición", ya que a la alternativa cristiano-liberal se enfrenta una alianza "rojiverde", en referencia a la oposición socialdemócrata (SPD) y ecologista.

A pesar de que la popularidad de Westerwelle se encuentra por los suelos, tanto a nivel ciudadano como en su propia formación, Seehofer le respalda al declarar que "para mi es una de las figuras destacadas del liberalismo alemán".

Sin embargo afirma seguidamente que los orígenes de los problemas de la coalición hay que buscarlos en la situación de los liberales y sus resultados en las encuestas, que unánimemente les dejan fuera del parlamento en unas eventuales elecciones anticipadas.

Seehofer rechaza también que sus continuos roces con el FDP sean la causa de la baja liberal y comenta que "durante muchos meses se me responsabilizó del buen resultado electoral del FDP y ahora de su caída, pese a que no he cambiado un ápice mi política".

Sondeos a la baja de tan sólo un 3 por ciento de votos o el resultado electoral de casi un 15 por ciento en los comicios de 2009 no reflejan correctamente el potencial liberal, afirma el líder bávaro, quien considera que los liberales están realmente situados en la mitad de esas dos cifras.