Los siete partidos que negocian el futuro de Bélgica deberán decidir hoy si aceptan la última propuesta sobre la mesa para reformar el Estado y avanzar en la formación de un nuevo Gobierno, tras más de seis meses de intentos fallidos desde la celebración de las elecciones anticipadas.

El senador socialista flamenco Johan Vande Lanotte, el último de una serie de mediadores especiales designados por el rey Alberto II para solucionar la crisis política, presentó una propuesta de reforma el lunes pasado y les dio de plazo hasta hoy para decidir si aceptan el texto como punto de partida para retomar las conversaciones.

Los ecologistas flamencos de Groen ya han dado su luz verde a la continuación de las negociaciones con el documento de Vande Lanotte como base y se espera que el resto de formaciones hagan lo propio en las próximas horas, aunque la propuesta contiene elementos que disgustan a ambas partes y especialmente a los francófonos.

El documento, considerado "muy flamenco" por los francófonos, incluye la cesión a las regiones del 26 por ciento del impuesto de la renta, así como un nuevo esquema de financiación para la región de la capital y la escisión del distrito electoral de la periferia de Bruselas, uno de los puntos de mayor fricción entre unos y otros.

Pese al citado escepticismo de los francófonos, la respuesta más impredecible es la del N-VA, la formación partidaria de la independencia de Flandes, que ganó los comicios el 13 de junio y fue la que interrumpió las negociaciones el 3 de septiembre pasado.

En todo caso, la aceptación por todos de la propuesta de Vande Lanotte sólo supondría un nuevo relanzamiento de las negociaciones, que previsiblemente aún durarían semanas antes de poder contar con un nuevo Gobierno, ante la división de las fuerzas francófonas y flamencas sobre los principales puntos en discusión.

Sin embargo, tanto el Banco Central de Bélgica, como el rey Alberto II y varios actores económicos han advertido de que Bélgica no puede permitirse superar el récord mundial de 289 días sin Gobierno que actualmente ostenta Irak, fecha a la que llegará el próximo 30 de marzo.