La compañía estadounidense Chevron negoció con Teherán la posibilidad de desarrollar un yacimiento de petróleo en la frontera entre Irak e Irán pese a las sanciones en vigor del Gobierno estadounidense contra el régimen iraní, según el primer ministro iraquí Nouri Al-Maliki.

Eso es lo que se desprende de uno de los cables publicados por WikiLeaks, que revela que Chevron estaba en negociaciones con los iraníes mientras empresas europeas y otras partes del mundo se veían sometidas a fuertes presiones de Washington para que pusieran fin a sus inversiones y a cualquier trato económico con Teherán.

El diario "The Guardian" informa hoy de que el cable diplomático de la embajada estadounidense en Bagdad publicado por Wikileaks proporciona detalles de una discusión entre Maliki y la entonces encargada de negocios de la embajada estadounidense en Teherán, Patricia Butenis, el 19 de marzo del año pasado.

Según la versión de la diplomática norteamericana, "en relación con los hidrocarburos, el Primer Ministro preguntó por la posición de EEUU sobre los contratos directos con las empresas estadounidenses y sobre la posibilidad de desarrollar yacimientos transfronterizos".

"El primer Ministro (iraní) dijo que estaba en negociaciones con Chevron para desarrollar varios yacimientos, incluido una en la frontera con Irán. Según el PM, Chevron le había dicho que había planteado ese tema también a Teherán", señalaba la nota diplomática, que precisaba que no tenía información independiente de ese aserto.

Según el cable, Maliki preguntó por la viabilidad de un trato que involucrase el trabajo de una firma norteamericana a ambos lados de la frontera, dadas las sanciones.

La encargada de negocios le explicó al primer ministro iraní que se aplicaba la ley estadounidense sobre las sanciones, pero que el Gobierno de Barack Obama estaba revisando su política hacia Irán.

"Al-Maliki dijo que prefería llegar a un acuerdo con Chevron, pero agregó que si las leyes estadounidenses impedían la participación de Chevron en ese proyecto, se pondría en contacto con una empresa no estadounidense".

Según una fuente del Departamento de Estado norteamericano, citada por el periódico, las negociaciones con Chevron para desarrollar el yacimiento de Majnoon, próximo a Basora y uno de los más ricos del mundo, no fructificaron en un contrato, y la explotación del yacimiento se adjudicó finalmente a Royal Duch Shell y a Petronas, de Malasia.