Rusia impulsó hoy la perspectiva de un ingreso rápido en la Organización Mundial de Comercio (OMC) tras cerrar un acuerdo bilateral con la Unión Europea para resolver las últimas cuestiones pendientes entre ambas partes.

Moscú ya concluyó un acuerdo similar con Estados Unidos en octubre, y el pacto alcanzado hoy permite al Gobierno ruso mantener el objetivo de ingresar en la OMC durante el año próximo.

El acuerdo UE-Rusia es "primordial", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien confió en que a partir de ahora la negociación podrá acelerarse en el plano multilateral de forma que Rusia entre en la organización "lo antes posible".

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, consideró por su parte que el pacto cerrado hoy hace que el ingreso de su país pueda ser "una realidad" tras haberlo solicitado hace 17 años.

"Intentaremos no presionar demasiado, pero la conclusión debe alcanzarse ya", recalcó Medvédev.

Para el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el acuerdo constituye "un hito" tras haberlo discutido con responsables de Moscú durante "largo tiempo", y recordó que ésta fue su decimotercera cumbre con un presidente ruso.

La posibilidad de que Rusia ingrese en la OMC a lo largo de 2011 es "una perspectiva muy realista", añadió Barros, quien aseguró que la UE seguirá apoyando a Moscú en este objetivo.

La entrada rusa en esa organización, con sede en Ginebra, dependerá de que Moscú cierre finalmente pactos similares con otros países y bloques comerciales.

Rusia solicitó el ingreso en la OMC en 1993, y las negociaciones con la UE han estado protagonizadas por algunos conflictos, como las tarifas de acceso de la madera al mercado ruso o el bloqueo por Moscú a la entrada de productos cárnicos de algunos países comunitarios en 2006.

El presidente de la CE afirmó, a fin de eliminar dudas, que Rusia "puede entrar en la OMC" incluso si ya es miembro de una unión aduanera con dos países que no forman parte de ese organismo, como son Bielorrusia y Kazajistán.

"Esperamos que los otros dos se unan también en el futuro", añadió.

En la cumbre UE-Rusia de hoy se discutió también la marcha de las negociaciones bilaterales para un nuevo acuerdo bilateral que actualice el actual de 1997 y la posibilidad de suprimir los visados de entrada para estancias de corta duración.

Barroso recordó que las dos partes están comprometidas a lograr esa supresión, aunque reconoció: "No decimos que lo vayamos a tener pronto", ya que se trata de una "decisión unánime" que requiere el apoyo de los Veintisiete países comunitarios.

En este sentido, Medvédev, sin dejar de destacar que la eliminación del visado de entrada en territorio comunitario "es muy importante" para los ciudadanos rusos, reconoció que "debemos lograrlo sin desestabilizar a la Unión Europea".

El presidente ruso también trató de disipar posibles temores de que la UE pueda ser víctima de una nueva crisis del gas, como las de 2005 y 2009, y afirmó que "nuestras relaciones con Ucrania son hoy mucho mejores que en el pasado".

Bruselas y Moscú discutieron también los llamados "conflictos olvidados" en zonas que antes formaban parte de la antigua Unión Soviética, como los de las regiones separatistas de Georgia, Moldavia y Azerbaiyán, que según la UE amenazan a la estabilidad regional si continúan sin resolver.