El presidente estadounidense, Barack Obama, defendió ayer el nuevo acuerdo alcanzado con Corea del Sur para establecer un Tratado de Libre Comercio (TLC), un pacto importante que repercutirá en el empleo y en el crecimiento económico.

El presidente compareció ayer ante la prensa para indicar que el tratado impactará en la vida de la gente "creando empleos y crecimiento económico, algo de lo que depende la prosperidad de nuestro país".

"El acuerdo es una victoria para nuestros trabajadores, para nuestros granjeros y ganaderos, porque aumentará la exportación de nuestros productos agrícolas", indicó.

"Desde la industria aeroespacial a la electrónica, aumentará la exportación de nuestros productos manufacturados a Corea del Sur, que ya dan apoyo a 200.000 puestos de trabajo en muchas pequeñas empresas", indicó.

"En concreto -explicó- los fabricantes de coches y camiones estadounidenses tendrán un mayor acceso a los mercados coreanos. Animaremos a producir más coches eléctricos y a desarrollar las energías verdes en EEUU, y nos aseguraremos de que no perjudica a los fabricantes automovilísticos aquí, en casa".

Obama anunció que la reducción de las tarifas que establece el acuerdo permitirá incrementar las exportaciones estadounidenses en 11.000 millones de dólares, lo que supone un impulso a su objetivo de duplicar las ventas al exterior de Estados Unidos en los próximos cinco años.