El presidente de EEUU, Barack Obama, comenzó ayer su visita a India con un breve discurso en memoria de las víctimas del atentado de 2008 en Bombay en el que evitó cualquier mención a Pakistán, país al que los indios responsabilizan del ataque.

Obama aludió a los comentarios sobre el mensaje que encierra haber elegido Bombay como primer destino de su visita al gigante asiático, para aseverar que esta ciudad "es un símbolo de la increíble energía y optimismo que define a la India del siglo XXI".

Tras recordar a las víctimas del atentado de noviembre de 2008, el presidente aseguró que pretendía transmitir el "mensaje claro de que India y EEUU están unidos en su determinación de dar a sus pueblos un futuro de seguridad y prosperidad".

Obama destacó que, desde que ocurrió el múltiple atentado, en el que 166 personas perdieron la vida en tres días de asalto de un comando terrorista, su Gobierno y el de India han "trabajado más estrechamente que nunca, han compartido información, prevenido más ataques y pedido que los autores sean llevados ante la Justicia".

Antes de su breve discurso, pronunciado con la emblemática Puerta de India de fondo, el presidente y su esposa, Michelle, departieron con personal del hotel Taj, uno de los objetivos del comando atacante, y firmaron en el libro de invitados.

El hotel, una de las joyas arquitectónicas de esta ciudad portuaria india, está ubicado enfrente de la Puerta de la India y perdió a varios de sus empleados durante el ataque, que comenzó en la noche del 26 de noviembre.

La comitiva de Obama se alojará en el Taj durante su estancia en Bombay, una ciudad a la que los terroristas, dijo, pretendían "desmoralizar" pero "fracasaron". El mandatario estadounidense aludió en todo momento a los "autores" del atentado, sin mencionar su nacionalidad paquistaní.

India detuvo con vida a un solo miembro del comando, un paquistaní que ha sido condenado a muerte por un tribunal de Bombay, y ha insistido desde entonces en que Pakistán debe destruir la infraestructura que distintos grupos terroristas tienen en su territorio.

Según las palabras de Obama, los autores del ataque pretendían "enfrentar" a los miembros de las diferentes confesiones indias o la propia "diversidad que es la fortaleza de India", pero la respuesta de la ciudad fue que personas de distintas religiones "se protegieron y salvaron unos a otros".

"Nunca permitiremos que la llama de la libertad se apague", proclamó Obama al final de su discurso, tras el que se trasladó a visitar el museo y la antigua residencia del "padre" de la nación india, el "mahatma" Gandhi, en esa ciudad.

Socio comercial

Posteriormente, Obama pronunció otro discurso ante un cónclave empresarial en el Hotel Trident-Oberoi, otro de los objetivos del comando que atacó la ciudad hace casi tres años.

Aseguró que EEUU "trabajará con India para una reforma fundamental de su sistema de control de exportaciones, lo que permitirá una mayor cooperación en una serie de sectores de alta tecnología".

Tras esta garantía, demandada por India, pidió al Gobierno de Delhi que proceda con una "reducción constante de las barreras al comercio y la inversión extranjera", mencionando en concreto sectores de interés para las compañías de EEUU como la agricultura, el comercio minorista, la infraestructura y las telecomunicaciones.

EEUU percibe "a Asia, y especialmente a India, como el mercado del futuro", aseveró Obama, quien puso mucho cuidado en destacar los trabajos que se crearán en EEUU si aumentan los intercambios con el gigante asiático y rechazó los "estereotipos" que dicen lo contrario en ambos países.

Como prueba, anunció la firma ayer mismo de una veintena de acuerdos entre compañías de ambos países, por valor de 10.000 mi-llones de dólares, y que supondrán 50.000 empleos en EEUU. Pero consideró que India, que hoy es "sólo" el duodécimo socio comercial de su país, tiene potencial para ser uno de los principales.