Las autoridades sanitarias de Haití elevaron hoy a 330 la cifra de muertos por el cólera que afecta a parte del país, donde ha aumentado el temor entre la población a contraer la enfermedad, que afecta a 4.714 personas.

El director general del Ministerio de Salud Pública y de Población de Haití, Gabriel Timothée, quien hoy ofreció cifras consolidadas de la enfermedad, declaró que pese a la evolución del cólera en el deprimido país caribeño, las disposiciones adoptadas para afrontar el brote están dando resultados.

El alto cargo reconoció, además, que si bien los 4.714 afectados presentaron síntomas de la enfermedad, sólo se realizaron 81 pruebas médicas para diagnosticar el brote.

Del total, sólo 24 dieron positivo, dijo a la prensa Timothée, quien señaló que 26 pertenecen a Artibonite (norte), la zona más afectada por el brote, cuatro al departamento de Plateau Central (este), tres al extremo norte y uno al oeste.

Acerca de la investigación que se realiza para determinar el origen de la enfermedad, afirmó que, hasta el momento, "no hay ninguna respuesta científica".

Por otra parte, Timothée calificó de "masiva" la ayuda humanitaria dada por la comunidad internacional tras la detección del brote la semana pasada.

Por ejemplo, dijo que Estados Unidos envió 400.000 colchones y que mañana enviará otros 1.000, y que también están recibiendo ayuda de países latinoamericanos y europeos.

Timothée explicó que pondrán en reserva la ayuda médica donada por la comunidad internacional para responder a una eventual emergencia.

El galeno informó, además, de que el fin de semana los centros de salud se mantendrán abiertos todo el día para recibir a posibles afectados por el brote.

En el país se ha extendido el temor de la gente ante la evolución de la enfermedad y muchas personas se niegan a comprar alimentos preparados en las calles o comer pescados o legumbres, lo que mantiene preocupados a los comerciantes que aseguran que están perdiendo mercancías.

El Gobierno haitiano reiteró hoy que no ha prohibido la venta de pescados y mariscos, aunque insistió en que estos no deben consumirse crudos.