El Gobierno galo anunció ayer que entre el 1 y el 17 de este mes ha expulsado a 8.601 rumanos en situación irregular, coincidiendo con la presentación de un programa para la reinserción en su país de esas personas, que en 2011 tendrá una dotación de un millón de euros.

El Ministerio de Inmigración francés no quiso precisar cuántos de los expulsados rumanos eran gitanos y señaló en un comunicado que 7.447 habían salido de Francia "de forma voluntaria" y 1.154 obligados.

El día 15, Inmigración señaló que desde comienzos de agosto los rumanos y búlgaros devueltos a sus respectivos países por no tener los papeles en regla sumaban 10.000.

Esas cifras se hicieron públicas el mismo día en que Francia accedió a aplicar completamente a su legislación la directiva europea sobre la libre circulación de ciudadanos en la UE, como le había exigido la Comisión Europea a cambio de renunciar a abrir un expediente sancionador.