La organización Human Rights Watch (HRW) exigió hoy a las autoridades guineanas que investiguen y procesen a los miembros de las fuerzas de seguridad acusados de atacar a miembros de la etnia peul y defensores de los Derechos Humanos en Conakry.

HRW pide que se sancione a los policías que maltrataron e hirieron el pasado 23 de octubre al presidente del Observatorio Nacional para la Democracia y los Derechos Humanos (ONDH), Mamadou Aliou Barry, en medio de un aumento de la tensión étnica tras el aplazamiento de segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Barry fue golpeado y detenido al tratar de detener a los miembros de las fuerzas de seguridad que maltrataban a un grupo de jóvenes, supuestamente de la etnia peul, en el barrio Hamdalaye, en las afueras de Conakry.

El propio Barry, que se encuentra hospitalizado con un brazo roto y numerosas contusiones, explicó a HRW que el pasado 23 de octubre, los policías habían golpeado y detenido a unas 75 personas en cinco vehículos, cuando el llegó al barrio de Hamdayale y trató de intervenir.

Los agentes, agregó el presidente del ONDH, también lo detuvieron y golpearon, al tiempo que disparaban contra dos de los jóvenes que trataban de huir, que cayeron al suelo sin que se pueda precisar si fueron heridos.

Junto con el resto de los detenidos, Barry fue trasladado a la sede de la Gendarmería en Conakry y, una hora después, el presidente del ONDH fue puesto en libertad, tras ser reconocido por un policía, mientras los demás permanecían arrestados en esas dependencias.

"Las fuerzas de seguridad guineanas deben hacer honor a sus últimas promesas de inculcar una mayor disciplina en sus filas", señala en la nota Corinne Dufka, investigadora para África occidental de HRW, quien subraya que con este suceso pueden las autoridades "comenzar a dar prueba de sinceridad".

Barry vinculó la detención de los jóvenes y la suya propia a su pertenencia a la etnia peul, a la que también pertenece el ex primer ministro y candidato favorito a la Presidencia Cellou Dalein Diallo.

Diallo, que en la primera vuelta obtuvo casi un 44 por ciento de los votos, se disputa la Presidencia con el veterano opositor Alpha Condé, de la etnia malenke, segundo en la primera ronda aunque apenas superó el 18 por ciento de respaldo.

El pasado viernes, el presidente de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), el general maliense Toumani Sangare, anunció el aplazamiento de la segunda vuelta electoral, que debía haberse celebrado el pasado domingo, 24 de octubre.

Pese a las peticiones de calma por parte de las autoridades y de los candidatos, en un país muy dividido, el aplazamiento ha intensificado las diferencias políticas y étnicas entre los seguidores de ambos candidatos.

La primera ronda de las elecciones presidenciales de Guinea se llevó a cabo el pasado 27 de junio en relativa calma, pero la tensión ha aumentado progresivamente, con acusaciones de fraude contra responsables de la CENI y dos aplazamientos de la segunda ronda.