El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hace hoy campaña en Nevada a favor del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien ve peligrar su escaño en una contienda con la republicana Sharron Angle, lo que casi es un símbolo de la cambiante fortuna del partido en el poder.

La visita de Obama llega tras la hecha el miércoles por el vicepresidente, Joe Biden, e irá seguida de la de la primera dama Michelle Obama la víspera de las elecciones legislativas del 2 de noviembre, en una muestra de la importancia estratégica del escaño de Reid para los demócratas.

El 2 de noviembre se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes, una tercera parte de los 100 del Senado y varios puestos electos más en todo Estados Unidos en unos comicios en los que los demócratas ven peligrar su mayoría en el Congreso.

Las encuestas pronostican que los republicanos se harán con la Cámara de Representantes y que ganarán escaños en el Senado, aunque resulta improbable que consigan la mayoría.

Pocas de esas victorias resultarían más dulce para los republicanos que la de Nevada, donde Reid compite con la estrella del ultraconservador "Tea Party", Sharron Angle.

"Es una de esas contiendas trofeo", dijo el miércoles al diario USA Today el presidente del Comité Nacional Republicano en el Senado John Cornyn, quien habló de un trío de objetivos simbólicos, que incluye el escaño de Obama en Illinois y el de Biden en Delaware.

El pulso político entre Angle y Reid, que ocupa desde hace más de dos décadas el escaño por Nevada, ilustra dos de los grandes fenómenos de este ciclo electoral.

Por un lado refleja el desencanto con la gestión demócrata, fruto en gran medida de su incapacidad para reanimar a una economía renqueante que ha dejado una tasa de desempleo del 14,4 por ciento en Nevada, la más alta del país.

La pelea entre Angle y Reid deja también al descubierto los puntos débiles de las extremistas posturas de los candidatos del "Tea Party", pese a la notable capacidad del movimiento para insuflar energía entre los votantes republicanos.

Los dos rivales han tratado de explotar la debilidad del otro, como quedó claro en el único debate que mantuvieron el 15 de octubre, así como en los anuncios televisivos de ambas campañas.

"Seamos honestos, probamos suerte con Harry Reid y no funcionó", dice uno de los anuncios de Angle, que continúa: "Ha llegado el momento de acabar con los rescates, los gastos temerarios y los elevados impuestos y de poner a Nevada a trabajar otra vez".

Reid, por su parte, ha recordado que Angle se opuso a extender los beneficios de desempleo pese a la crítica situación en el estado y presenta a su oponente como una candidata con visiones "tan extremistas" que son "peligrosas", algo que repitió hoy mismo en declaraciones a la cadena de televisión MSNBC.

La ex profesora y ex legisladora estatal de 61 años se ha hecho famosa, además de por plantar cara a la poderosa maquinaria política de Reid, por sus posturas anti-inmigración y por comentarios sorprendentes como el de que el embarazo de víctimas de violación puede ser deseo divino.

Angle ha abogado también por la retirada de Estados Unidos de la ONU y es contraria a que los homosexuales adopten niños. Además, dice no creer que la Constitución de Estados Unidos exija la separación de la Iglesia y el Estado.

"Es extremista. Es peligrosa y una vergüenza para Nevada", dijo hoy Reid a la cadena de televisión MSNBC, donde se defendió de las acusaciones de Angle de que no es lo suficientemente "hombre".

"La gente en Nevada me conoce (...) No tengo que demostrarle a nadie mi hombría", afirmó el senador de 70 años, aficionado al boxeo durante su juventud y criado en un hogar humilde en una remota localidad de Nevada.

RealClearPolitics, un sitio de internet que hace promedios con los resultados de encuestas de otras firmas, indica hoy que existe un empate virtual entre los dos candidatos, con Angle ligeramente a la cabeza con el 45,6 por ciento de la intención de voto y Reid un 45,2 por ciento.