Los ministros de Exteriores y Defensa de la OTAN impulsarán mañana el nuevo concepto estratégico y el proceso de reforma de la Alianza, a fin de preparar el trabajo de la cumbre de líderes de noviembre próximo en Lisboa.

La reunión conjunta extraordinaria, de un formato inédito, dará la primera respuesta política de alto nivel al borrador de nuevo concepto estratégico que el secretario general, Anders Fogh Rasmussen, presentó hace dos semanas.

La creación de un sistema de defensa antimisiles que proteja a todo el territorio aliado; la puesta en marcha de un sistema de defensa contra ciberataques; la defensa fuera de las fronteras de la OTAN y la potenciación de la cooperación con la ONU, la Unión Europea (UE) y países no miembros (como Rusia o China) son algunos de los puntos esenciales del documento.

"Tenemos que darnos cuenta de que, en la situación mundial actual, (la OTAN) puede tener de vez en cuando que realizar misiones fuera de su territorio para proteger de forma eficaz a nuestra población", subrayó Rasmussen el pasado lunes en una rueda de prensa.

El concepto estratégico es una reflexión sobre cuáles son las tareas que debe cumplir la Alianza y los medios que debe tener para cumplirlas.

El actual se aprobó en 1999 y se elaboró cuando la organización tenía 16 miembros (ahora tiene 28) y no se había embarcado en misiones lejanas como las de Afganistán o la lucha antipiratería en el Océano Índico.

Rasmussen ha elaborado un documento corto, de solo diez páginas, clasificado todavía como "secreto" en la sede de la organización en Bruselas, y que en general ha sido acogido de forma favorable por los países de la OTAN.

El borrador "está bien" y "no genera grandes disputas", según han apuntado en los últimos días varias fuentes diplomáticas, aunque sí hay algunas diferencias.

Una de las principales es la cuestión de la defensa nuclear, ya que Francia -que tiene un arsenal nuclear propio- es más reticente a abrir la cuestión del desarme atómico.

La OTAN ha logrado un cierto consenso en torno a la idea lanzada por el presidente de EEUU, Barack Obama, de que si bien defiende el objetivo a largo plazo de eliminar del mundo las armas nucleares, mantendrá armamento de este tipo de forma disuasoria mientras otros países lo tengan.

El proyecto de concepto estratégico se basa en mantener el vínculo de solidaridad entre los miembros de la OTAN -según el cual un ataque contra uno de ellos es un ataque contra todos- pero adaptado a los cambios ocurridos en los últimos años (como terrorismo internacional, ciberataques o piratería).

Al ser tan corto, el documento es bastante genérico y, tras su aprobación prevista en la cumbre del 19 y 20 de noviembre en Lisboa, su contenido se tendrá que desarrollar con elementos más concretos y largos en el futuro.

La jornada de mañana comenzará con una reunión de los ministros de Defensa, que discutirán el desarrollo de capacidades de defensa en la organización, así como la reforma de la estructura de la Alianza, en la que se quiere recortar el número de cuarteles y agencias para hacerla más flexible y, sobre todo, más barata.

Después habrá una sesión conjunta de ministros de Exteriores y Defensa, en la que se discutirá el borrador del nuevo concepto estratégico y se darán pautas a Rasmussen sobre los posibles cambios a introducir para su aprobación en la cumbre de Lisboa.

La reunión ministerial se cerrará con una sesión de los responsables de Exteriores, que discutirán sobre la potenciación de la cooperación de la OTAN con otros países y entidades, especialmente la ONU y la Unión Europea.

La Alianza Atlántica también quiere impulsar su relación con Rusia, país con el que se quiere cooperar estrechamente en el futuro proyecto de defensa antimisiles.