Las autoridades yemeníes acusaron hoy a los rebeldes chiíes de asesinar a un jeque de una tribu progubernamental y a otras cinco personas en una emboscada en el noroeste del país, que los llamados insurgentes "hutíes" han negado.

La Comisión Suprema de Seguridad del Yemen denunció en un comunicado que, en el atentado, perpetrado anoche en la localidad de Manba, al norte de la provincia noroccidental de Saada, falleció el dirigente tribal de esta zona Zidan al Maqnaai, su hijo y cuatro de sus guardaespaldas.

"Los rebeldes hutíes perpetraron un crimen abominable, que es injusto e ilegal", dijo la nota.

Por su parte, un portavoz de los rebeldes chiíes, Mohamed Abdelsalam, señaló en un comunicado que el fallecimiento del jeque Maqnaai y sus acompañantes se produjo en un enfrentamiento y no en una emboscada.

Abdelsalam explicó que hubo un tiroteo entre los insurgentes y la comitiva del dirigente tribal, que causó, además, la muerte de tres hutíes y heridas a otros cuatro.

Este incidente ocurre en medio de los enfrentamientos en el noroeste del país entre los rebeldes chiíes y miembros de tribus progubernamentales, que en los últimos días se han saldado con al menos 22 muertos y más de 50 heridos.

Según la Comisión Suprema de Seguridad, "estas violaciones reflejan que los hutíes siguen creando tensión deliberadamente y abortando los esfuerzos para establecer la paz y la seguridad (en el Yemen)".

Fuentes tribales apuntaron ayer que los últimos combates han sido los más violentos desde que cesó la lucha entre el Gobierno y los guerrilleros chiíes en febrero pasado, tras la firma de un alto el fuego.

Desde que se acordó el fin de las hostilidades, el Ejecutivo de Saná ha acusado a los rebeldes de haber violado el alto el fuego en varias ocasiones.

Estos enfrentamientos ocurren después de que el pasado día 13 el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, anunciara que había acordado con el emir de Qatar, jeque Hamad bin Jalifa al Zani, reactivar un pacto suscrito entre el Gobierno y los insurgentes en Doha en 2007.

El conflicto armado entre los "hutíes" y el régimen yemení se remonta a 2004 y desde entonces ha habido enfrentamientos intermitentes entre ambos bandos con períodos intermedios de tregua.

El 11 de agosto del año pasado, el Ejército yemení lanzó una ofensiva por tierra y aire para aplastar a los insurgentes que derivó en unos combates en los que se implicó Arabia Saudí y que causaron centenares de muertos y miles de desplazados.