Las Damas de Blanco, familiares de opositores cubanos encarcelados en 2003, volvieron a marchar de forma pacífica ayer gracias a la mediación de la Iglesia católica ante el Gobierno de Raúl Castro, confirmó el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega.

Después de tres domingos sin poder desfilar, las Damas de Blanco y varias seguidoras llamadas "damas de apoyo" -en total doce mujeres- realizaron su habitual caminata, gladiolos en mano, tras acudir a misa en la iglesia de Santa Rita, que fue oficiada por el propio cardenal.

En declaraciones a medios extranjeros, Ortega explicó que él mismo tomó la iniciativa de dirigirse al Gobierno tras los episodios ocurridos los dos últimos domingos, cuando las Damas de Blanco no sólo no pudieron marchar sino que fueron sometidas a actos de hostigamiento, que duraron hasta siete horas el pasado 25 de abril.

Al menos en mayo

El cardenal indicó que, tras su gestión, las autoridades cubanas le pidieron esta semana que comunicara a las Damas de Blanco que podrían volver a desfilar por la habanera Quinta Avenida, "prometiendo que no habría ninguna dificultad".

"Me dijeron que por lo menos durante el mes de mayo (podrán desfilar) y que veríamos después si todo había marchado bien y no había habido nada extraño", declaró Jaime Ortega.

Ortega no quiso entrar a hablar de "flexibilización" de las posturas del Gobierno de Raúl Castro, pero consideró este gesto como "un paso distinto, un modo un poco novedoso de actuar con respecto a la historia precedente" y recordó que en otros momentos a gestiones similares se ha respondido con el "silencio".

Aclaró que su gestión con el Gobierno se ha ceñido exclusivamente a las Damas de Blanco, al ser preguntado si también habló sobre el caso del disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace más de dos meses para pedir la excarcelación de 26 presos cubanos enfermos.

En este sentido, recordó que la Iglesia ha pedido en varias ocasiones al psicólogo y periodista que abandone su ayuno y comentó que el caso de Fariñas depende de que "flexibilice" su postura.

Por su parte, la portavoz de las Damas de Blanco, Laura Pollán -esposa de Héctor Maseda, condenado a 20 años de prisión-, calificó lo ocurrido como una "pequeña victoria" de la que, sin embargo sólo están satisfechas "a medias".

"La mayor satisfacción nuestra será el día en que nuestros familiares estén en libertad", dijo Pollán, quien aseguró que las Damas de Blanco seguirán adelante con sus marchas pacíficas.

Las Damas de Blanco, que se identifican por vestir de este color como símbolo de paz, tienen por tradición desde hace siete años realizar reuniones, protestas y marchas en las calles de La Habana con gladiolos en las manos para reclamar la liberación de sus familiares, condenados a penas de hasta 28 años de cárcel.

Actos de represión

Los actos de hostigamiento por parte de seguidores del Gobierno cubano contra el grupo se recrudecieron el pasado marzo cuando las Damas de Blanco conmemoraron con marchas diarias durante una semana el séptimo aniversario del encarcelamiento de 75 disidentes en la llamada Primavera Negra de 2003.

A la salida ayer de la iglesia de Santa Rita acompañaba a las Damas de Blanco, aunque no desfiló junto a ellas, Marta Beatriz Roque, única mujer del grupo de los 75 opositores condenados en 2003 en juicios sumarísimos y que fue excarcelada por motivos de salud en el año 2004.

Por su parte, Fariñas calificó de "señal alentadora" la decisión del Gobierno de Raúl Castro.

"Creo que esto es una señal alentadora de que realmente el conflicto que hay entre las distintas tendencias políticas en Cuba no tiene que terminar precisamente con actos de golpizas y asesinatos", declaró telefónicamente desde el hospital donde está internado en la ciudad central de Santa Clara.