Los Jefes de Estado de los países de la Liga Árabe pusieron ayer el cese de los asentamientos israelíes en Jerusalén en el corazón de cualquier negociación y eventual acuerdo con Israel.

En la vigesimosegunda cumbre de la Liga Árabe, que comenzó ayer en la ciudad libia de Sirte, el tono del encuentro fue dado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas, quien en su discurso de apertura de la reunión descartó toda posibilidad de mantener negociaciones indirectas con Israel mientras el Estado hebreo continúe su política de construir viviendas en Jerusalén.

"No podemos mantener negociaciones indirectas mientras Israel no cese todas sus actividades de colonizar Jerusalén y no ponga fin a su política de hecho consumado", manifestó Abas en su discurso, transmitido por la televisión libia, así como los de otros líderes participantes en esta cita.

El presidente palestino consideró que toda negociación sobre las fronteras será "absurda" si Israel fija sobre el terreno las fronteras del futuro Estado palestino.

"La destrucción y la ocupación de casas, así como la expropiación de tierras, se han convertido en prácticas cotidianas que forman parte de un programa de limpieza étnica de Jerusalén", denunció Abas, quien destacó que la Ciudad Santa constituye "la clave de la paz" y que un Estado palestino sin Jerusalén como capital "no tiene ningún sentido".

"Estamos determinados a defender cada piedra de Jerusalén. No habrá ningún acuerdo de paz sin que Jerusalén sea la capital de Palestina porque un Estado palestino sin Jerusalén como capital no tiene ningún sentido", declaró Abas antes de hacer un llamamiento a la comunidad internacional para "salvar" la solución de dos Estados. "Israel no cree" en esta solución, consistente en la convivencia pacífica de un Estado palestino y otro israelí.

Entre tanto, los tanques israelíes se retiraron ayer de las posiciones que ocuparon la noche del viernes en el área del sur de Gaza próxima a la frontera común, donde horas antes murieron en combate dos soldados israelíes y dos milicianos palestinos. Al menos siete carros blindados se habían apostado en el área tras un intercambio de disparos con milicianos palestinos que ocupan la zona, al este de la ciudad de Khan Younes. Un miliciano palestino resultó herido en los enfrentamientos, informaron fuentes medicas locales, que precisaron que en los combates previos, además de los cuatro muertos, también se registraron media docena de heridos entre ambas partes.

Se trata de la jornada de enfrentamientos más graves en Gaza desde el fin de la ofensiva militar de Israel de hace algo más de un año en la franja, que costó la vida a 1.400 palestinos, en su mayoría civiles, y trece israelíes.

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ha responsabilizado a Hamás de cualquier ataque que se produzca contra Israel desde Gaza, bajo el control del movimiento islamista pero en el que también operan grupos armados de otras organizaciones palestinas.