El Gobierno de EEUU apelará la desestimación de cargos contra la empresa de seguridad privada Blackwater por la muerte de 17 iraquíes, como ha resuelto un juez estadounidense el pasado día 1 de enero, informó ayer el vicepresidente Joe Biden.

Tras reunirse en Bagdad, adonde llegó la noche del viernes, con el presidente iraquí, Yalal Talabani, Biden afirmó que "el gobierno de EEUU apelará la decisión en el caso de Blackwater, en correspondencia con la petición del Gobierno iraquí".

Tras conocerse la decisión del juez estadounidense el 1 de enero pasado, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dijo que su gobierno demandaría a la compañía de seguridad.

Cinco agentes privados fueron acusados de homicidio voluntario e infracción en el uso de armas por la muerte de 14 civiles y las heridas que sufrieron más de 20 personas.

En el tiroteo perecieron 17 personas, pero sólo tres se pueden considerar en legítima defensa, según una investigación de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI).

Biden llegó el viernes por sorpresa a la capital iraquí y ayer se reunió con el presidente Talabani y el primer ministro Nuri al Maliki. Según una nota de su gabinete, Maliki habló con Biden de los preparativos para las elecciones iraquíes del próximo 7 de marzo y el plan para la retirada definitiva de las tropas estadounidenses del país árabe.

Sobre la prohibición de concurrir a las elecciones a más de 500 candidatos por sus presuntos vínculos con el partido Baaz del ajusticiado presidente iraquí Sadam Hussein, Maliki afirmó que se ha hecho "conforme a los mecanismos constitucionales y legales". Biden afirmó que su visita "se inscribe en el marco de la voluntad común de desarrollar las relaciones entre los dos países", y dio el apoyo de la Casa Blanca al proceso electoral iraquí.