La preocupación de los equipos internacionales de ayuda humanitaria en Haití está pasando de la urgencia por hallar con vida a algún superviviente entre los escombros a la posibilidad de que surjan brotes infecciosos.

La Cruz Roja ha detectado los primeros casos de enfermedades como diarreas, infecciones respiratorias, problemas dermatológicos, tétanos y meningitis, según la delegada de Salud de ese organismo en Haití, Beatriz Karottki.

Pasados diez días desde el devastador terremoto, ha descendido algo la avalancha de heridos con traumatismos y amputaciones y se ha entrado en una segunda fase, en la que comienzan a darse casos de enfermedades potencialmente epidémicas, explicó. En este sentido, Unicef anunció que la semana que viene comenzará una campaña de vacunación contra el tétanos, la polio y el sarampión que alcanzará a 360.000 niños menores de 5 años.

En tanto, las esperanzas de hallar con vida a más supervivientes bajo los escombros se van difuminando, como demuestra el hecho de que el último equipo de protección civil de la Comisión Europea enviado a Haití ya no se centrara en misiones de búsqueda, sino en la asistencia médica a los haitianos.

"Las tareas de búsqueda de víctimas con vida está llegando a su fin" y ahora la prioridad es ofrecer la ayuda indispensable a los rescatados, explicó el Ejecutivo comunitario.

Pese al tiempo transcurrido y tras 24 horas sin hallar supervivientes, Marie Carida Roman, una anciana de 84 años, fue rescatada ayer con vida por familiares y amigos.