España tomará a partir de enero el testigo en las cuestiones de política exterior y vecindad que la presidencia sueca deja abiertas como el proceso de adhesión de los balcanes occidentales, Islandia o Turquía, la cooperación con Kosovo o la acción en Oriente Próximo y Afganistán.

El ministro de Asuntos Exteriores sueco, Carl Bildt, hizo ayer balance de su presidencia de turno, en la que se ha dado prioridad a los procesos de adhesión pendientes y se ha dado forma al nuevo modelo de diplomacia europea, con una ya designada alta representante para la UE, Catherine Asthon.

Bildt se mostró "convencido" que durante la presidencia española avanzarán las negociaciones de adhesión de Croacia en la UE.

"Doy por hecho que se trabajará con voluntad de éxito y toda la rapidez posible tanto por parte de Zagreb como de la presidencia española", explicó el ministro de exteriores sueco.

A propósito de Kosovo, Carl Bildt se mostró "seguro" de que la presidencia española ofrecerá "una visión pragmática y constructiva".

Bildt explicó que Kosovo "no sólo debe trabajar para conseguir el reconocimiento de todos, sino también construirse como Estado de Derecho", con las reformas políticas, económicas y de derechos fundamentales que ello requiere.

Otro país que cuya adhesión podría estar lista durante el semestre español es Serbia, que mañana presenta formalmente su solicitud de adhesión en Estocolmo a la presidencia de turno.

En buena dirección para una futura adhesión todavía están Islandia, que solicitó este semestre ser miembro de la UE, así como Montenegro y Macedonia, que ya han conseguido junto a Serbia la exención de visados en la Europa sin fronteras Schengen.

Se trata de un acuerdo vigente desde el 19 de diciembre que permite viajar por veintiocho países sin visado y para el que no han cumplido los requisitos otros países vecinos como Bosnia Herzegovina o Albania.

Tampoco Turquía, que ayer celebró en Bruselas una conferencia ministerial con la UE, y de la que resultó una nueva lista de tareas a cumplir por Ankara para conseguir la ansiada pertenencia a la Unión.

El comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, afirmó que "Turquía está mejor situada que hace cinco años" para conseguir ser miembro de la UE.

Rehn puntualizó, sin embargo, que "el país debe continuar la senda en materias como los derechos humanos, la separación de poderes del Estado o las reformas políticas".