Las autoridades de Filipinas declararon ayer zona catastrófica el área de la provincia de Albay próxima al volcán Mayon, que desde el pasado lunes amenaza con entrar en erupción y donde el Ejército continuó con la evacuación obligatoria de miles de residentes en las localidades próximas. El gobernador de la provincia, Joey Salceda, señaló que el Gobierno local decretó también el toque de queda desde la medianoche de ayer, en toda la zona situada en un radio de 8 kilómetros en torno al volcán, considerada de riesgo.

El Consejo para la Coordinación de Desastres Naturales indicó que estaban ultimando la operación de evacuación con el traslado de otras 17.000 personas a refugios habilitados en edificios públicos y escuelas de la provincia de Albay, en la región central del país.

No obstante, según las autoridades, muchos cientos de residentes en la zona de riesgo se han negado a dejar sus hogares por temor a los saqueos y dado que la alerta coincide con la época de recogida de las cosechas.

Salceda explicó que la declaración de la zona catastrófica permite al Gobierno provincial gastar el 5% de su presupuesto en ayuda humanitaria y en la puesta en marcha de medidas para mitigar el impacto de una eventual erupción violenta del volcán.

Hasta primeras horas de ayer los servicios de Protección Civil habían evacuado a un total de 32.000 personas.