El Kremlin anunció ayer que Rusia y EEUU han aplazado hasta después de Año Nuevo la firma del nuevo acuerdo de desarme nuclear, que debe sustituir al tratado START vencido el 5 de diciembre. "La firma no tendrá lugar en diciembre. Esto no significa que hayan surgido obstáculos insuperables, pues las negociaciones avanzan y todos desean llevarlas hasta el final", citó ayer el diario Kommersant las palabras de un alto funcionario del Kremlin.

La fuente indicó que el texto del nuevo acuerdo que redactan los negociadores en Ginebra "está casi totalmente concordado y sólo se necesita un pequeño trabajo final", pero eludió vaticinar posibles fechas para la suscripción del documento.

La Casa Blanca y el Kremlin descartaron estos días la posibilidad de que los presidentes estadounidense, Obama, y ruso, Medvedev, firmasen el nuevo tratado ayer en Copenhague. "Difícilmente puede ocurrir en Copenhague, teniendo en cuenta que aún queda bastante trabajo técnico para preparar el do-cumento para su firma", dijo ayer el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.

El ministro señaló que "aún deben hacer su aportación (al texto) los juristas y redactores", pero aseguró que "las negociaciones avanzan, y el objetivo se acerca".

Detalles pendientes

Otra "fuente informada" confirmó a la agencia Interfax que el tratado no se firmará este año, al explicar que "quedan tantos detalles por concordar que es materialmente imposible terminar este trabajo antes de fin de año". "Pero no hay que dramatizar esta demora, pues Moscú y Washington desean en igual medida lograr un acuerdo mutuamente aceptable", dijo la fuente, que consideró posible la firma del documento en enero.

Obama y Medvedev acordaron el pasado día 4 prorrogar la vigencia del START y expresaron su compromiso de suscribir "lo antes posible" un pacto que lo sustituya.

Al tiempo, en los últimos días habían aparecido informaciones contradictorias tanto en Rusia como en EEUU sobre la marcha de las negociaciones y la posibilidad de que ambas partes tengan que aplazar la firma del nuevo START debido a algunos desacuerdos.

Lavrov no dudó en responsabilizar de ello a EEUU, al señalar que sus expertos han aparcado el diálogo so pretexto de que "necesitan recibir instrucciones adicionales" de la Casa Blanca y al acusar a Washington de "desconfianza" en asuntos de verificación.