La activista saharaui Aminetu Haidar ha hecho visible hoy ante los medios de comunicación su desgaste por la dificultad de subir el peldaño de apenas diez centímetros que separa la acera del habitáculo en donde permanece en las dependencias del aeropuerto de Guacimeta, en Lanzarote, teniendo que apoyarse en una de sus acompañantes antes de dar el paso.

Tardó más de 30 segundos en que la levantaran de la silla y luego se apoyó el doble de tiempo sobre el hombro de su acompañante antes de subir el peldaño.

La persona que le asistía, con rostro de preocupación, pidió espacio y aire para que Haidar hiciera el esfuerzo después de beber un poco de agua. La lluvia ha enfriado el día y la activista, fuera de lo acostumbrado y a pesar de la lluvia, ha salido hacia el aseo con un rostro más pálido, tras 31 días en huelga de hambre para reivindicar su regreso a El Sáhara.

La cara de preocupación también se manifestó en quienes la acompañaban, así como en algunos de los miembros de la comunidad saharaui que siguen en el aeropuerto la evolución de su acto de protesta para lograr el regreso a casa de Haidar.