Trece personas murieron ayer, de las que siete eran soldados iraquíes, y 26 más resultaron heridas por la explosión de tres bombas, la primera cerca de Al Mahmudía, la segunda en Kirkuk y la tercera en Bagdad.

Según fuentes policiales, la primera estaba colocada en un cargamento de material militar y mató a cinco soldados iraquíes. En el segundo atentado murieron seis civiles y ocho más resultaron heridos por la explosión de un coche bomba, mientras que en el último perdieron la vida dos soldados y seis civiles resultaron heridos por el estallido de una bomba cerca de un control policial.