Una treintena de personas perdieron ayer la vida en un nuevo atentado suicida registrado en Pakistán, donde el empeoramiento de la seguridad ha llevado a la ONU a reducir al mínimo su personal en las conflictivas zonas tribales.

El atentado tuvo lugar a las 10:40 horas locales (05.40 GMT) delante de una oficina bancaria junto al hotel Shalimar, en una concurrida vía de Rawalpindi -ciudad cercana a Islamabad- y a menos de 500 metros del cuartel general del Ejército de Pakistán.

En la explosión perdieron la vida 34 personas y resultaron heridas otras 32, dijo al canal Geo un portavoz de los servicios de rescate, que comenzaron a buscar víctimas entre los escombros y trasladar heridos a los hospitales.

El jefe de la Policía de Rawalpindi, Rao Iqbal, afirmó, por su parte, que el ataque causó la muerte de 30 personas y heridas a 45 más. Según Iqbal, el atentado fue perpetrado por un terrorista suicida a bordo de una moto que se hizo estallar ante el banco, frente al que hacían cola decenas de personas que aguardaban para cobrar sus salarios y pensiones.

Las fuerzas de seguridad recuperaron un chaleco explosivo y también la cabeza y las extremidades del supuesto autor del atentado mientras se procedió a las tareas de rescate, dijo el oficial de Policía regional Aslam Tarim.

Las autoridades declararon el estado de emergencia en los hospitales para atender a los heridos y ordenaron, por razones de seguridad, el cierre de las escuelas de Rawalpindi, donde el pasado 10 de octubre un comando talibán asaltó el cuartel del Ejército.

El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, y el presidente, Asif Alí Zardari, condenaron el atentado, uno más en la ola terrorista que en las últimas semanas sacude Pakistán.

El ataque más grave tuvo lugar el 28 de octubre, cuando al menos 106 personas murieron en un abarrotado mercado de la ciudad de Peshawar, aunque los talibanes negaron estar tras la masacre.

En vista del deterioro de la situación de seguridad en las zonas tribales fronterizas con Afganistán, la ONU anunció ayer que mantendrá en ellas tan solo a los trabajadores "vitales" para atender operaciones de emergencia.

En un comunicado difundido en Islamabad, la ONU informó de que su secretario general, Ban Ki-moon, declaró con efectos inmediatos una fase 4 de "emergencia" tanto en las demarcaciones tribales (FATA) como en la vecina Provincia de la Frontera Noroeste.

"Teniendo en cuenta la intensa situación de seguridad en la región" sólo permanecerá en esas zonas el personal internacional de la organización cuya presencia sea "vital para las operaciones de seguridad, ayuda humanitaria y de emergencia, así como otras esenciales", afirmó la organización.

El Ejército paquistaní inició a mediados de octubre una operación contra la facción talibán liderada por Hakimullah Mehsud en la demarcación tribal de Waziristán del Sur, que ha causado la muerte de cientos de insurgentes.

Pero los combates han provocado además el desplazamiento de unas 220.000 personas desde el 13 de octubre, informó ayer la portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Ariane Rummery.

Según la portavoz, la orden de la ONU para evacuar a su personal no tendrá efectos en la tarea del ACNUR respecto a Waziristán, ya que la organización está ocupada en actividades "críticas y de salvamento de vidas", y por lo tanto consideradas vitales.