El Congreso hondureño empezó a sentir ayer la presión para decidir lo antes posible, incluso en la próxima semana, sobre la restitución o no del presidente depuesto Manuel Zelaya, conforme a lo establecido en el Acuerdo Tegucigalpa-San José, firmado este viernes.

Aunque el pacto fija fechas para que se cumplan dos compromisos, la instalación de la Comisión de Verificación el próximo lunes y un Gobierno de reconciliación nacional a más tardar el jueves, la expectativa se centra en cuándo se reunirá el Congreso Nacional para debatir si restituye o no a Zelaya.

El Parlamento, que está en receso porque los diputados se dedican a la campaña para las elecciones del 29 de noviembre, no ha anunciado todavía cuándo se reunirá y el acuerdo no establece plazo para ello. Sin embargo, el secretario de Asuntos Políticos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Víctor Rico, dijo que espera una resolución para el jueves.

Tomar una decisión

"Yo esperaría que para entonces el Congreso haya tomado una decisión", declaró Rico poco antes regresar de Tegucigalpa a Washington, y dijo que, además de la legislación hondureña, también debería tener en cuenta "el sentimiento de la comunidad internacional".

Advirtió de que el pacto firmado el viernes "ciertamente no es el final" de la crisis porque, "desde el punto de vista de gran parte de la comunidad internacional, el final será cuando se restituya a Zelaya".