Irán entregó ayer su nueva propuesta sobre la cuestión nuclear a los representantes diplomáticos en Teherán del denominado Grupo 5+1, que integran los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania.

Según la televisión estatal, el ministro iraní de Exteriores, Manoucher Mottaki, entregó una copia durante una reunión mantenida con los embajadores de Rusia, China, Francia, Alemania y el encargado de negocios del Reino Unido, además de la embajadora de Suiza, que representa los intereses de EEUU en Irán.

La fuente agregó que no han transcendido los detalles del pa-quete, aunque el régimen iraní ya advirtió días atrás de que no se reducía a la polémica nuclear, sino que incluía "todos los asuntos globales y regionales, desde la cooperación económica, seguridad, seguridad energética, y también energía nuclear".

El denominado Grupo 5+1, integrado por los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) más Alemania acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de carácter militar cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas.

Teherán niega estas alegaciones y asegura que el esfuerzo de su desarrollo nuclear tiene como meta la aplicación civil, y en particular la generación de energía.

Horas antes de que Irán presentara su propuesta, EEUU denunció en Viena ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que el régimen iraní no ha abandonado la opción militar y que está "cerca" de lograr armas atómicas. "Sentimos una seria preocupación de que Irán esté intentando deliberadamente mantener abierta la opción de un arma nuclear", dijo Glyn Davies, nuevo embajador de EEUU ante el citado organismo.

"Irán está ahora, además, muy cerca o en posesión de tener el suficiente uranio empobrecido para producir un arma nuclear si se decide enriquecerlo en el futuro".

Sus palabras contradicen una declaración hecha a principios de año por el director de la CIA, Dennis Blair, quien apuntó que Teherán no conseguiría la militarización del programa antes de 2013.

Reino Unido, Francia y Alemania calificaron de "imperdonable" que Irán aún niegue a la comunidad internacional la transparencia y cooperación necesarias para esclarecer las dimensiones militares de su programa nuclear.