El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, obtuvo ayer en México el apoyo del mandatario Felipe Calderón al Plan Arias y anunció que continuará con acciones de "resistencia pacífica" mientras lucha por su restitución en el poder.

Ese último punto "es una condición sine quan non para la paz en Honduras", dijo Zelaya en una rueda de prensa con Calderón, celebrada en la residencia presidencial de Los Pinos.

El gobernante depuesto, quien hace días consideró "fracasado" el plan elaborado por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, aclaró que no está dispuesto "a hacer un juego diplomático en el exterior de Honduras con el único fin de dilatar el proceso de reconstitución de la democracia en el país".

Además de mostrarse a favor de los puntos del Plan Arias relativos a la formación de "un Gobierno de unidad nacional integrado por diferentes sectores del país" y a la aplicación de una amnistía política -aunque no para delitos penales o civiles-, exigió que los hondureños estén presentes en "todos los procesos de transformación". Recordó que el pueblo de Honduras "tiene derecho a la insurrección para retornar el orden democrático", pero sostuvo que ello no debe desembocar en violencia.

Al respecto defendió su decisión de instalarse en la ciudad de Ocotal, entre Nicaragua y Honduras, un gesto que "fue un símbolo nada más para demostrar coherencia en los planteamientos" que ha expuesto.

Sin violencia

"Mi cercanía de la frontera con Honduras, independientemente de que estén hablando de cuestiones bélicas, que son falsas, ha sido parte esencial de acercarme al pueblo para que pudiera estrechar lazos con mi familia, y poder vincularme un poco más a mi tierra", sostuvo.

En todo momento Zelaya dijo que no recurrirá a la violencia porque ésta es "la forma más incivilizada de resolver los problemas" y todo golpe de estado militar, algo "injustificable".

"Mis posiciones han sido más bien que no se utilicen armas y que no se conteste con violencia y barbarie como ellos lo están haciendo con nosotros", agregó.

Públicamente dijo que seguirá con su "resistencia pacífica", su ofensiva diplomática para volver al poder y luchando por la democracia directa mientras tenga "un hilo de vida".

En este sentido dijo que era necesario que "los descalzos, los descamisados, los sin zapatos, los sin trabajo, los que no tienen tierras" empiecen de una vez a tener voz pública.