El Ejército y las fuerzas de seguridad de Irak aumentaron ayer significativamente su presencia y sus actividades ante la retirada hoy de las tropas de EEUU de las ciudades del país, cuyos habitantes se preparan para celebrar una fecha que consideran histórica.

Más de 120.000 efectivos del Ejército y de las fuerzas de seguridad se han desplegado en Bagdad en el marco de las fuertes medidas impuestas para evitar cualquier ataque terrorista en la nueva era que comienza.

A pesar de esta intensificación de las medidas, al menos diez personas murieron ayer, entre ellas varios policías, y otras ocho resultaron heridas en dos atentados en Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad.

La seguridad es el gran reto para el Ejército y las unidades al servicio del Ministerio del Interior iraquí que a partir del próximo 1 de julio serán los responsables de velar por la seguridad en Bagdad y las demás ciudades del país.

El pasado diciembre, Washington y Bagdad rubricaron un acuerdo de seguridad que estipula la retirada estadounidense de las ciudades antes de julio de 2009 y de todo el territorio iraquí antes de enero de 2012.

Hoy será el último día para que las tropas extranjeras abandonen Bagdad y otras ciudades, tras más de seis años de intensa presencia militar desde Basora, en el extremo sur a orillas del golfo Pérsico, hasta Mosul, en el norte.

El Gobierno iraquí declaró la jornada de hoy día festivo para celebrar la retirada de las tropas estadounidenses.

Patrullas iraquíes, móviles y fijas, se han colocado en varias zonas de la capital, mientras que varios puestos de control se instalaron en cruces e intersecciones, a las órdenes de los ministerios del Interior y Defensa.

Las nuevas medidas, que incluyen el registro de vehículos con equipos de detección de explosivos, han causado grandes problemas de circulación en la capital iraquí.

"Todos los miembros del Ejército y la policía están en alerta máxima y todos los permisos han sido cancelados sin excepción", dijo un portavoz del Ministerio del Interior.

Por las calles de Bagdad se veían ayer vehículos de policía y del Ejército portando banderas del país, globos y otros adornos como muestra de las celebraciones que van a marcar la retirada de las tropas de EEUU de las ciudades.

Una austera ceremonia castrense, en la que únicamente estuvieron presentes responsables militares, se celebró esta tarde en la fuertemente vigilada Zona Verde de Bagdad, que alberga al Gobierno iraquí y la embajada de EEUU entre otras instituciones.