El ex ministro israelí Shlomo Ben Ami opinó ayer que "Israel falló" en su ataque a Gaza al no tener en cuenta que, "para que una guerra sea justa, la seguridad de los civiles es tan importante y tan central en el plan de operación del ejército que invade, como la de sus propios soldados".

Sin embargo, también reconoció que esto es "factible" cuando el Estado "ocupante" tiene el control efectivo sobre todo el territorio, una situación que ha recordado que no se produce en el caso de Gaza, donde existe "una población mixta de combatientes" y de ciudadanos que no lo son. Y añadió que "Israel y su conflicto son un caso especial por muchas razones".

Ben Ami hizo estas reflexiones con motivo de su presencia en el curso que organiza el Club Madrid en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para analizar cómo se conjugan el Estado de Derecho, el imperativo de seguridad y la lucha internacional contra el terrorismo.

El ex ministro con el gobierno de Ehud Barak, que abandonó el Ejecutivo israelí por divergencias con la política de Ariel Sharon, señaló que el Ejército israelí "no tuvo en cuenta los daños colaterales" que se podían producir en un territorio sobre el que no ejerce un "control efectivo".

150.000 llamadas

Además dijo que tampoco se analizó por dónde iban a "huir" los ciudadanos a los que supuestamente el Gobierno israelí avisó de que se iba a producir el ataque contra Gaza, ya que recordó que, según le han informado, el Ejecutivo de Benjami Netanyahu hizo más de 150.000 llamadas advirtiendo de esta situación.

Ben Ami se refirió además a la situación en Oriente Medio y opinó que sobre los regímenes y las personas que gobiernan los países de esta zona habría que abrir "un debate de manera más honesta y transparente, donde los pecados de todos sean puestos sobre la mesa". Porque aseguró que ahora los líderes árabes "enemigos de Irán, rezan" para que el régimen de Ahmadineyad "no caiga", ya que dijo que "eso significaría que puedes derrocar a un régimen de este tipo en casa".

También recordó que el presidente de Sudán, Omar Al Bashir, está ahora siendo "respaldado" por la Liga Árabe.

Shlomo Ben Ami cree que hay que aplicar "un mismo baremo" a todos los dirigentes, aunque "no pertenezcan al denominado mundo civilizado" y, en este sentido, criticó que no se vaya a juzgar al dirigente cristiano del Partido de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, por la matanza del campamento de Sabra y Chatila (Líbano) en 1982.