Unos cuatrocientos presos se encuentran implicados en unos graves altercados que se desencadenaron ayer en un recinto carcelario del centro de Inglaterra, lo que obligó a tener que movilizar a agentes policiales antidisturbios, según informó la Asociación de Funcionarios de Prisiones (POA).

La POA confirmó ayer que el motín había estallado en la prisión de la ciudad de Ashwell, que alberga a unos 600 reclusos, mientras una portavoz del Servicio de Prisiones calificó el suceso carcelario de "indisciplina concertada" relacionada con "varios presos".

La Policía había fijado un perímetro de seguridad de tres kilómetros en torno al centro penitenciario, que encierra a reclusos de categoría C (los presos en las cárceles inglesas se dividen en categorías A, B, C y D, referidas a un orden descendente de peligrosidad).

Pete Chapple, miembro de la POA, declaró que los disturbios que se produjeron ayer en el centro penitenciario situado en la ciudad de Ashwell son "uno de los sucesos más graves que hemos visto (en una prisión de este país) en mucho tiempo", sin aportar más detalles.

Según informó la cadena pública británica BBC, algunos de los presos fueron sacados del centro penitenciario en furgones policiales, en tanto que un helicóptero de las fuerzas de seguridad sobrevolaba la zona en labores de vigilancia.

Riesgo advertido

Al parecer, algunos presos "quemaron cosas", dijo el padre de un interno que recibió una llamada de su hijo, ingresado en un ala de la prisión que no se ha visto afectada por los disturbios, en declaraciones publicadas por el diario local Leicester Mercury.

El presidente de la POA, Colin Moses, indicó que su asociación ya había advertido del riesgo de altercados de ese tipo, debido a los recortes presupuestarios, el aumento de la población penitenciaria y la reclusión de presos en centros carcelarios de categorías inadecuadas.

Por su parte, el portavoz de Justicia del opositor Partido Conservador, Edward Garnier, pidió al Gobierno un replanteamiento de su política penitenciaria y denunció que las prisiones están "superpobladas", extremo que negó el Ministerio de Justicia.

No es la primera vez que se registran disturbios en la cárcel de Ashwell, que empezó a funcionar en 1955, pues en 2003 cuatro reclusos se atrincheraron en una habitación y causaron daños materiales en ordenadores, equipos de oficina y ventanas.