Los líderes del G-20 acordaron ayer aportar un billón de dólares más (743.000 millones de euros), destinados a los organismos multilaterales, con el objetivo de superar la peor crisis económica desde la II Guerra Mundial.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) triplicará sus recursos y recibirá más de 371.000 millones de euros adicionales a los 185.000 millones ya comprometidos para ese organismo, y otros fondos para el Banco Mundial (BM) y el Foro de Estabilidad Financiera.

El Foro pasará a denominarse Consejo de Estabilidad Financiera y colaborará con el FMI para garantizar la cooperación transfronteriza y establecer un mecanismo de alerta temprana ante eventuales episodios de inestabilidad financiera.

El G-20 acordó también destinar 185.000 millones de euros para intentar relanzar el comercio mundial y las exportaciones, en lugar de los 74.300 millones que se habían planteado en un principio.

Aunque no hubo nuevos planes fiscales, el primer ministro británico, Gordon Brown, subrayó que se ha hecho un "esfuerzo fiscal sin precedentes" por parte de los países del G-20, que volcarán en la economía mundial más de tres billones y medio de euros hasta 2010, elevarán la producción un 4% y facilitarán la transición hacia una economía ecológica.

"Estamos llevando a cabo una expansión fiscal sin precedentes y concertada que salvará o creará millones de empleos que de otra manera se hubieran destruido", destaca el comunicado aprobado por los líderes del G-20.

En el recinto ferial Excel, en el este de Londres, se acordó también reforzar los sistemas de regulación y supervisión del sistema financiero global, incluidos los "hedge funds" (fondos de gestión alternativa), un mejor control de las agencias de calificación de riesgo y el establecimiento de un sistema internacional contable más claro.

Además, según Brown, el secreto bancario ha pasado a ser "una cosa del pasado".

Por otra parte, es necesario, agregó, "limpiar los bancos" para restablecer las líneas crediticias a empresas y ciudadanos, y anunció que habrá nuevas reglas sobre los bonos de los directivos bancarios.

Habrá, asimismo, un enfoque común para hacer frente a los "activos tóxicos" en manos de las entidades financieras y un plan de ayuda de 37.100 millones de euros destinados a los países pobres.

"Éste es el día en que el mundo se unió para luchar conjuntamente contra la recesión global no con palabras sino con un plan de recuperación global y de reforma con una agenda clara para su aplicación", dijo Brown ante la prensa.

El primer ministro británico afirmó que el G-20 lanzó un mensaje claro de que "en esta era global nuestra prosperidad es indivisible" y de que "son necesarias soluciones globales a los problemas globales" generados por la crisis del sistema económico.

Brown subrayó que "el consenso de Washington está superado" y que ha llegado uno "nuevo" en el que el comercio mundial debe convertirse "en un motor del crecimiento". "Las decisiones de hoy no resolverán inmediatamente la crisis, pero hemos puesto en marcha el proceso para su solución".

Obama: "Es un hito"

El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó ayer que la cumbre representa un "hito" en la lucha contra la crisis económica por "el alcance de los desafíos y la magnitud de nuestra respuesta". En rueda de prensa tras la clausura de la cumbre, Obama dijo que "el mundo ha respondido con un nivel sin precedentes de medidas exhaustivas y coordinadas".

Según Obama, "hemos adoptado medidas osadas para apoyar a los países en desarrollo", que incluyen la triplicación del mecanismo de préstamo del FMI "para aumentar el poder adquisitivo y expandir los mercados en cada país". Reconoció que tuvo que ceder en algunas áreas, aunque no precisó cuáles.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que las medidas adoptadas suponen "la reforma más profunda del sistema financiero desde 1945", y añadió que se ha ido "más allá de lo que jamás podríamos haber imaginado".

Sarkozy anunció que el G-20 celebrará otra cumbre en Nueva York en septiembre, coincidiendo con la Asamblea General de la ONU.

La jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, afirmó que el resultado de la cumbre constituye "una victoria para la cooperación global" y para el "sentido común".

zapatero

"España aportará 4.000 millones"

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró ayer su satisfacción por el acuerdo alcanzado en el G-20 para fijar las bases de un nuevo orden financiero y estimó que la cumbre generará la confianza necesaria para que la recesión "toque fondo" en el segundo semestre del año. En la rueda de prensa con la que cerró su participación en la reunión de las potencias económicas y de los principales países emergentes, Rodríguez Zapatero anunció que España contribuirá con alrededor de 4.000 millones de euros a los nuevos recursos con los que se dotará al Fondo Monetario Internacional.