Los líderes de la UE, tras reunirse ayer, vuelven a hacerlo hoy para analizar la situación económica y consensuar su posición de cara a la cumbre del G-20 en Londres, aunque ya dejaron claro que por el momento descartan adoptar nuevas medidas de impulso fiscal, como pide EEUU. La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país es la primera economía de la UE, subrayó que, antes de acordar nuevas iniciativas, "hay que esperar a ver qué efecto han tenido las que hemos aprobado".

Merkel trazó una línea muy clara al advertir de que sólo apoyará nuevos proyectos de inversión con cargo al presupuesto comunitario para combatir la crisis si se desarrollan en 2009 ó 2010.

El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, también rechazó que hagan falta más medidas de reactivación: "No estoy de acuerdo en contestar positivamente a la solicitud de EEUU de un segundo paquete".

Desde la Comisión Europea (CE), su presidente, José Manuel Durao Barroso, instó a los 27 países comunitarios a concentrarse en la aplicación de las iniciativas ya pactadas y decidir más adelante si hacen falta otras adicionales.

Los mandatarios europeos insisten en que la UE ya ha hecho un esfuerzo muy cuantioso contra la crisis, que cifran en casi el 4% del Producto Interior Bruto (PIB) comunitario entre 2009 y 2010, incluidos los llamados estabilizadores automáticos, que reflejan el aumento del gasto público debido a la caída de la actividad, por el mayor gasto en desempleo y servicios sociales. Los 27 confían en que esa inyección de fondos sea suficiente para reactivar la economía y reducir al mínimo el coste social de la crisis.

En el plano internacional, los europeos consideran que la prioridad es acelerar la reforma del sistema financiero iniciada en la reunión del G-20 (grupo que reúne a las principales economías industrializadas y emergentes) celebrada en Washington en noviembre.

En la cita de Londres -a la que acudirá Rodríguez Zapatero, aunque oficialmente España no forma parte del G-20- los socios europeos insistirán en la necesidad de reforzar el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en concreto, en la urgencia de doblar sus fondos para garantizar que puede acudir al rescate de los países acuciados por la crisis.

El Consejo Europeo debe decidir si respalda la propuesta de la Presidencia checa de turno de la UE de contribuir con un préstamo de entre 70.000 y 100.000 millones de euros.

Otra de las prioridades de la UE es intensificar la lucha contra los llamados "paraísos fiscales", con una nueva lista de las jurisdicciones que no colaboran en el intercambio de información, para fines fiscales, lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, y la posibilidad de sancionarlos.

La presión que ejercen algunos Estados miembros -principalmente Francia y Alemania- en este terreno ha generado malestar en el Gobierno luxemburgués, que rechaza que por tener secreto bancario este país pueda ser considerado un "paraíso fiscal".

España logra 337 millones

Por otra parte, España recibirá de las arcas comunitarias un total de 337,5 millones de euros para una serie de infraestructuras energéticas, que incluyen la interconexión eléctrica con Francia y las obras de un gasoducto que unirá Europa con África.

Esa cantidad se concretó ayer en el Consejo Europeo, según informó en conferencia de prensa el secretario de Estado español para la UE, Diego López Garrido, quien expresó la satisfacción del Gobierno por esa decisión.

La principal novedad de ayer en cuanto a la dotación que recibirá España es la relativa al proyecto de gasoducto entre Europa y África, para el que la UE había previsto destinar 200 millones a Francia pero no había presupuestado cantidad alguna para España.

Finalmente, España dispondrá de 45 millones de euros, después de que hubiera expresado su disconformidad con el reparto inicialmente previsto.

La presidencia checa planteó ayer la nueva dotación, que forma parte del paquete de 5.000 millones que destinarán los 27 a proyectos de infraestructura energética. "No tenía ningún sentido -subrayó López Garrido- que un proyecto que pasaba por España no tuviera dotación alguna por la UE".