El presidente de EEUU, Barack Obama, y el ministro de Asuntos Exteriores chino, Yang Jiechi, repasaron ayer vías para hacer frente a la crisis económica y acordaron colaborar para evitar nuevos incidentes navales como el ocurrido esta semana.

Obama y Yang se reunieron ayer en el Despacho Oval en un encuentro que, según la Casa Blanca, también tuvo entre sus asuntos los derechos humanos, Corea del Norte y el conflicto sudanés de Darfur.

La reunión entre ambos representa una señal de la importancia que EEUU adjudica a sus relaciones con China, pues es muy poco habitual que el presidente se vea con un ministro de Exteriores, una tarea que recae en el secretario de Estado o el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Según indicó la Casa Blanca en un comunicado tras el encuentro, Obama subrayó a Yang la importancia de "aumentar el nivel y la frecuencia" de los contactos militares entre EEUU y China "para evitar futuros incidentes" navales.

Cinco barcos chinos hostigaron a un buque de la Marina estadounidense, el "Impeccable", en aguas internacionales para forzarlo a abandonar el área en la que se encontraba, según había indicado el lunes el Pentágono. Las autoridades estadounidenses se quejaron formalmente ante el Gobierno chino en Pekín y ante su embajada en Washington.

El incidente salió también a relucir en la reunión que mantuvieron también ayer Yang y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, James Jones.

En su primer contacto con las autoridades chinas, Obama también acordó con Yang que ambos países, dos de las principales economías mundiales, "deben colaborar de manera estrecha y urgente" para estabilizar la economía global mediante el estímulo de la demanda nacional e internacional. También expresaron la necesidad de hacer que el flujo crediticio vuelva a circular.

El presidente estadounidense, indicó la Casa Blanca, también enfatizó la necesidad de "atajar los desequilibrios globales".

La cumbre del G-20

Parte del objetivo de la reunión era preparar la cumbre del Grupo de los Veinte (G-20), que se celebrará el próximo 2 de abril en Londres y que reunirá a las principales economías desarrolladas y en vías de desarrollo para tratar sobre la crisis económica global.

Obama y el presidente chino, Hu Jintao, tienen previsto celebrar una reunión bilateral durante esa cumbre.

Otro asunto espinoso que se abordó en la conversación fue la cuestión de Tíbet y los derechos humanos.