El presidente de EEUU, Barack Obama, propuso hoy al senador Judd Gregg para ocupar la cartera de Comercio, el tercer representante de la oposición republicana en su Gabinete.

En un acto en el atrio de la Casa Blanca, en el que no admitió preguntas de la prensa, el presidente estadounidense afirmó que "en estos tiempos en los que navegamos la tormenta en que se ha convertido nuestra economía, no puedo pensar en un mejor timonel que Judd Gregg".

El senador por Nuevo Hampshire, de 55 años, es el republicano de mayor rango en el Comité de Presupuestos del Senado, donde se ha labrado una fama de persona favorable al consenso y de responsabilidad fiscal.

Con este nombramiento, Obama completa casi el último hueco de su Gabinete, después de que el pasado 4 de enero el hispano Bill Richardson, el candidato primero para el cargo, retirara su nombre a raíz de una investigación sobre posible corrupción en Nuevo México, el estado del que es gobernador.

Hoy, no obstante, le quedó a Obama otra vacante, la de la Secretaría de Sanidad, después de que Tom Daschle retirara su candidatura tras verse involucrado en un escándalo por el impago de impuestos.

Al nombrar a Gregg "embajador" ante la clase empresarial, Obama envía una señal de confianza a ese sector, receloso de la vena proteccionista de los demócratas.

Todo un experto en asuntos financieros, Gregg fue uno de los arquitectos del plan de rescate de 700.000 millones de dólares para Wall Street el año pasado. Si bien su partido rechaza una mayor intervención del Gobierno en la economía, en este caso Gregg lo consideró un mal necesario.

Obama aludió a esa experiencia al destacar que Gregg "conoce desde todos los ángulos qué es lo que hace que la economía funcione" y domina "cada faceta de la política pública".

El senador y él, bromeó, "no estamos de acuerdo en todo, por ejemplo en quién debió ganar las elecciones presidenciales, pero sí estamos de acuerdo en que Estados Unidos necesita una economía que funcione".

"Sabemos que la única manera de resolver los grandes desafíos de nuestro tiempo es dejar de lado ideologías rancias y el politiqueo mezquino y utilizar lo que funciona", afirmó el presidente.

Como secretario de Comercio, agregó, el senador se encargará de "dejarle claro al mundo que Estados Unidos sigue abierto a hacer negocios" y "asegurarse de que los fundamentos de la economía son sólidos".

Por su parte, Gregg reconoció que su candidatura se anuncia en momentos difíciles para la economía, por lo que "ha llegado el momento de gobernar, y de gobernar bien".

"No es el momento de ser partidistas... no es el momento de ponernos a dar gritos desde nuestros rincones ideológicos", declaró el legislador.

El senador aludió también al plan de recuperación económica que propone Obama y que debate el Congreso, valorado en 819.000 millones de dólares.

Según Gregg, la medida, que ha recibido numerosas críticas de los republicanos por considerar que hará poco por estimular la economía, es "un plan extraordinariamente osado, agresivo, efectivo y exhaustivo".

"Vamos allá y empecemos a dar un impulso a la economía", añadió el legislador.

El nombramiento del senador debe recibir el visto bueno del Senado en una audiencia de confirmación.

La salida de Gregg de la Cámara Alta se produce después de un acuerdo con el gobernador de Nuevo Hampshire, John Lynch -a quien corresponde designar al sustituto del senador-, para que nombre a un republicano.

Si Lynch, demócrata, hubiera optado por nombrar a un correligionario, los demócratas podrían alcanzar una "súper mayoría" de 60 escaños en el Senado que impediría que la oposición republicana pudiera bloquear ninguna medida.

Funcionarios de Nuevo Hampshire han indicado que Lynch piensa nombrar a la republicana Bonnie Newman para el escaño.

Además de Gregg, los dos republicanos en el Gobierno de Obama son el secretario de Defensa, Robert Gates, y el secretario de Transporte, Ray LaHood.