La operación para liberar al ex gobernador colombiano Alan Jara, secuestrado por las FARC, se postergó hasta la jornada de hoy, después de que la senadora Piedad Córdoba, integrante de la misión humanitaria, y el presidente Álvaro Uribe superasen una crisis que impidió recibir ayer al rehén. Así lo confirmaron el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la propia Córdoba, interlocutora con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Después de que tres policías y un soldado secuestrados fueran entregados el domingo a esta misión, Uribe decidió que en las siguientes fases del plan no debía participar la senadora.

El motivo fue la denuncia de un miembro de Colombianos por la Paz e integrante de esa misión humanitaria, el periodista Jorge Enrique Botero, de supuestos sobrevuelos de aeronaves militares en la zona en la que las FARC entregaron a los rehenes.

Por intermediación del CICR, Uribe rectificó ayer su decisión y finalmente autorizó a la senadora opositora a continuar en la operación, pero no a los testigos humanitarios, entre ellos Botero.

Tras horas de deliberaciones entre los integrantes de la misión, Córdoba anunció en Villavicencio que los helicópteros brasileños con los encargados de recoger a Jara partirán hoy a un punto de la selva colombiana no especificado.

En otro orden de cosas, un atentado con coche bomba contra unas dependencias policiales de la ciudad de Cali, que las autoridades atribuyeron a las FARC, causó en la noche del domingo dos muertos y 38 heridos, entre ellos seis menores. Las autoridades han ofrecido 100 millones de pesos (unos 32.000 euros) por información que lleve a detener a los responsables.