Francisco Rivera cumplió sus 40 años con nueva mujer y nueva vida. También con una gran fiesta celebrada a lo largo del fin de semana en El Rocío. Una velada a la que acudieron amigos de Carmina Ordóñez, los suyos propios o José Manuel Soto y el grupo Alpressa, que protagonizaban los momentos musicales de la velada.

Es la forma en la que el diestro se ha metido en una nueva década vital tras su boda con Lourdes Montes, que tuvo lugar el pasado mes de octubre y estuvo envuelta en la polémica por las fotografías de la celebración que coparon las redes sociales y que amenazaron con destruir la exclusiva pactada con una conocida revista del corazón. Sin embargo, el Francisco Rivera que ven los más cercanos a él es muy distinto. Un "tío agradable, simpático y todo un hombre", tal y como lo define para "Vanitatis" su tío y padrino, Antonio Rivera.

Poco queda ya del niño que vio morir a su padre con tan solo 10 años o del que asistió al funeral de su madre cuando había cumplido los 30. El joven que se casó con la hija de una duquesa, anunció perfumes y se retiró de los ruedos un 13 de octubre de 2002 es hoy por hoy uno de los nombres propios del mundo del cuore. La primera anécdota que se le viene a la cabeza al padrino de Rivera y hermano del desaparecido Paquirri tiene que ver, justamente, con un momento que vivieron padre e hijo cuando el segundo era tan solo un niño. "Un día el padre le preguntó si quería ser torero. Él fue y le dijo que lo que realmente quería ser es albañil. Fue un momento muy divertido", aseguró Antonio Rivera. Según Rivera, su sobrino es un calco de su padre en muchos sentidos. "Tiene muchas cosas de él. Por ejemplo, el otro día estaba tocando una pulsera y no me miraba. Le dije que eso era algo que solía hacer siempre su padre", aseguró.

Rivera tiene una gran estima por el hijo de Paquirri y Carmina Ordóñez, que nació un 3 de enero de 1974 y que siempre fue "un niño muy listo. Nació rico, estaba acostumbrado a tener criados y una señora que lo cuidaba. La muerte de los padres se llevó todo eso. La mala administración, por ejemplo, hizo que él y Cayetano se quedasen sin nada del padre".

Al igual que su hermano, Francisco vivió desde pequeño los excesos de su madre y la muerte repentina de su padre. "Tanto él como Cayetano han sufrido muchos palos y, a pesar de todo, han llevado una línea perfecta y se han convertido en hombres íntegros", dijo su tío, que ni siquiera guarda rencor alguno por no haberle invitado a su enlace con Lourdes Montes.

"No me tomo a mal que no me invitase a la boda porque me habría costado un dineral. Tengo la cabeza muy grande para ponerme esos sombreros". El currículum amoroso de Francisco Rivera ha sido algo definitorio en su vida. Hace 16 años, era un joven que se enamoró de la hija de una duquesa y se casó con ella.