El glamour, el lujo y las estrellas se pasearon ayer en la apertura de la edición número 65 del Festival de Cannes, que comenzó en esta ciudad de la Costa Azul francesa con la proyección de "Moonrise Kingdom", de Wes Anderson.

Jane Fonda, en rosa lamé y con la piel tan reluciente y tersa como los niños que protagonizan el filme de apertura; Alec Baldwin y su novia, la española Hilaria Thomas, o Diane Kruger, miembro del jurado que este año preside el italiano Nanni Moretti, hicieron "el paseo".

Los escasos metros de alfombra que la televisión tanto alarga sirvieron otro año más para soportar tacones como los de Eva Longoria, la actriz estadounidense que llegó de blanco y mucha pedrería. También desde el hombro izquierdo se le desprendía un velo-capa en aguamarina a la Kruger, que posó después con los demás miembros del jurado, que decidirán hasta el 27 de mayo cuáles son las mejores de las 22 películas en competición.

De las estrellas masculinas destacó el modelo sin pajarita de Jean-Paul Gaultier, una opción que eligieron otros caballeros, que optaron por la corbata negra para acompañar al esmoquin de rigor.

Pasaron, además, antes las cámaras el actor escocés Ewan McGregor, también jurado, Edward Norton y Bruce Willis (este con aspecto de haberse suministrado al rostro alguna técnica similar a la de Jane Fonda) y el británico Tim Roth.

La nota extravagante la puso, cómo no, Sacha Baron Cohen. El polifacético actor, protagonista de la sátira "El dictador", rodada parcialmente en Fuerteventura, se presentó en el hotel Carlton a lomos de un camello, aunque duró poco encima del animal.