La holandesa Laura Dekker, que está a punto de convertirse en la persona más joven en dar la vuelta al mundo en solitario, aseguró hoy en la prensa neerlandesa que no tiene intención de regresar a su país natal.

A sólo tres días para su llegada a la isla de San Martín (antiguas Antillas holandesas), la joven de 16 años afirma en una carta publicada por el diario "De Volkskrant" que la burocracia holandesa "ha puesto patas arriba" su vida desde los 13 años.

El caso de Dekker saltó a los medios hace casi tres años, después de que las autoridades holandesas se negasen a concederle el permiso necesario para que diera la vuelta al mundo en solitario en su barco de vela, "Guppy", un sueño en la que la apoyaba su padre.

Tras reiterados juicios promovidos por las instancias de Protección de Menores, Dekker consiguió iniciar a su aventura hace un año y medio, y eligió la Isla de San Martín como lugar de partida.

"Han intentado frenar mis planes de principio a fin (...) y eso ha sido traumático para mí", escribe Dekker, que espera completar el próximo sábado su vuelta al mundo.

"Ahora que casi he navegado por todo el mundo, he atracado en puertos difíciles, he superado tormentas con la completa responsabilidad de velar por mi seguridad y la de mi barco, siento que las instancias holandesas me han tratado mal", se queja la joven.

Sin saber si podrá conseguirlo y a sabiendas de que todavía tiene que acabar la enseñanza secundaria obligatoria, afirma en su misiva que "será muy difícil volver" a su país natal, a pasar de "la ayuda de todos los que me han apoyado".