Kate Winslet ha sido nombrada ''Mujer más glamurosa'' por la revista Glamour por tercer año consecutivo, pero ella no se lo acaba de creer. La actriz ha contado los insultos que recibía de pequeña por su sobrepeso y cómo está llevando su divorcio de Sam Mendes.

Cercana y muy lejos de creerse los elogios que recibe. Así es como se ha mostrado Kate Winslet en su entrevista para la edición estadounidense de Glamour, cuyos lectores la han nombrado ''Mujer más glamurosa'' por tercer año consecutivo.

Winslet sigue insistiendo en que la glamurosa es Sophia Loren, y no alguien como ella que no sabe "peinarse", pero igualmente ha agradecido las muestras de admiración.

"NUNCA" HABLARÁ DE SAM MENDES

La actriz ha hecho siempre gala de su carácter inglés al lucir una gran discreción, sobre todo tras su divorcio de Sam Mendes. Y es que no está dispuesta a hablar sobre el asunto pues le preocupa la educación de sus hijos Mia (10) y Joe (7).

"Estoy nerviosa por el día en que Mia pueda googlear mi nombre. Por eso tengo cuidado de no hablar cuando me preguntan ''¿qué pasó entre tú y Sam?''. Esa explicación nunca saldrá de mi boca. Nunca", ha sentenciado.

Winslet sostiene que prefiere contarles personalmente a sus hijos lo que pasó para evitar que otras versiones les hagan daño. Y sigue defendiendo el matrimonio como plan de vida.

"Creo mucho en el matrimonio. Comprometerse con otra persona en la vida es glorioso", ha afirmado, aunque reconoce también que no puede asegurar que le apetezca pasar de nuevo por el altar.

ENCANTADA CON SU ASPECTO

A sus 35 años y con un divorcio a sus espaldas, la actriz está ahora centrada en interpretar papeles que sean un reto y que "requieran tener peor aspecto que en la alfombra roja", ya que no entiende por qué hay que "lucir genial para salir en pantalla".

Y es que Winslet es una abanderada de las mujeres de belleza real, y rechaza la cirugía porque no tiene partes de su cuerpo que "odie o quiera cambiar por los de otra persona u operarlos para ajustarlos a una fantasía".

En su lugar, se dedica a cocinar ella misma de forma equilibrada -algo que le "encanta"- y a mantenerse en forma con "la ayuda de unos DVDs y algo de Pilates". Aunque también sale a correr, reconoce que no se le da muy bien.

Lo cierto es que Winslet no siempre ha tenido tan buen aspecto, como ella misma cuenta. Con 15 años, medía 1,67 y pesaba 90 kilos, lo que hacía que los demás niños le llamaran "grasa de ballena".

Pero lo que más dolía a la actriz no eran tales insultos, sino que le reconocieran que era guapa pese a su cuerpo. "Era como: ''¿No es una pena que de cuello para abajo tengas un aspecto cuestionable?''", afirma.

Claro que los recuerdos quedaron atrás y fueron enterrados la noche en que fue galardonada como Mejor Actriz por The Reader. "Ganar el Oscar fue como ganar en una noche todos los premios que no gané cuando era niña", sentencia.