"Brogueing", la colección presentada ayer por Teresa Helbig en Cibeles, supone la reinvención del charol, la adaptación de un material clásico a los diseños más modernos, en un día que la catalana compartió con la estética japonesa de Elisa Palomino y con los "pecados" de Juana Martín.

Original, muy trabajada y con ganas de innovar, así es la colección subida por Teresa Helbig a la pasarela en la última jornada dedicada a los diseñadores consagrados, en la que la catalana reinventa mil y una maneras de dar forma a la piel acharolada.

Con la referencia del zapato inglés tipo "brogue", con pequeñas perforaciones, la diseñadora crea un universo infinito de prendas de charol troquelado en blancos, nude y negros con toques de púrpura y madreselva que dan color a la colección.

Entre las piezas estrella llamaron la atención el abrigo blanco que ha cerrado el desfile, confeccionado con 3.840 pequeñas tiras de charol troquelado cosidas a mano una a una. Los siete intensos días de trabajo artesanal que ha costado su confección, según confesó la diseñadora, han dado un buen resultado.

En pantalones, gabardinas, chaquetas cortas y shorts, la diseñadora barcelonesa mezcla el charol, un material "duro" de trabajar, con todo tipo de tejidos, como lanas y el cashemere para el día y la gasa para la noche, con vestidos transparentes.

Teresa Helbig dejó buen sabor en su tercera participación en Cibeles, donde en la última edición recibió el Premio L''Oreal a la mejor colección primavera-verano del 2011.