La actriz Lindsay Lohan abandonó ayer el centro de rehabilitación Betty Ford donde se sometió durante noventa días a un programa para tratar su adicción a las drogas y espera ahora comenzar una nueva vida, informó People en su edición digital. Lohan, de 24 años, arrastra un largo juicio iniciado en 2007 tras ser detenida por conducir ebria, y que se complicó cuando la actriz incumplió en reiteradas ocasiones las órdenes judiciales. A finales de septiembre se supo que Lohan había violado su libertad condicional tras dar positivo en dos controles antidroga.