La reina Isabel II de Inglaterra ha cancelado la fiesta de Navidad que celebra para su personal en el Palacio de Buckingham debido a las "difíciles circunstancias financieras" que afectan al país, según indicó ayer un portavoz real.

Unos 600 empleados de las dependencias reales confiaban en asistir, junto con un acompañante, a una celebración festiva que la soberana costea cada dos años en el palacio en el mes de diciembre. No obstante, la actual situación económica global ha motivado que la soberana decida suprimir ese acto para ahorrar costes. "La Reina es muy consciente de las difíciles circunstancias económicas a las que se enfrenta el país", explicó a la prensa el portavoz oficial de palacio.