El rockero británico Roger Waters, de Pink Floyd, rechazó ayer en una carta al diario británico The Independent las acusaciones de antisemitismo de que ha sido objeto en Estados Unidos. Durante la interpretación de "Goodbye Blue Sky", durante la gira del grupo por ese país, para conmemorar la salida en 1979 de su álbum "The Wall", el bajista hizo proyectar sobre el fondo del escenario imágenes de la estrella de David así como el signo del dólar, crucifijos y los logotipos de Shelly Mercedes. El director de la Liga Antidifamación de EEUU, Abraham Foxman, criticó la combinación del signo del dólar y la estrella de David porque, en su opinión, repetía el estereotipo de la avaricia atribuida a los judíos por los antisemitas. Waters, que ha vivido diez años en EEUU, califica de grave esa acusación y la rechaza de plano.