El príncipe de Gales comenzó un viaje en tren de una semana por el Reino Unido, que el diario británico The Guardian califica de "opulento" y contradictorio con el mensaje ecologista que pretende transmitir.

Los ocho vagones para sólo catorce viajeros albergan un estudio a la medida del príncipe, un gran comedor, un dormitorio con dos camas y un cuarto de baño. El contraste entre la "opulencia del tren" y el objetivo del viaje puede "chirriar", según el diario, que calcula el coste para los "súbditos" en 50.000 libras (60.000 euros).