Lucía Hiriart, la viuda del dictador chileno Augusto Pinochet, se quejó hoy del alejamiento de los antiguos partidarios de su marido, específicamente de los miembros de la Unión Demócrata Independiente (UDI).

"Sí, yo creo que sí", respondió Hiriart en una entrevista con la radio Bío Bío, tras se preguntada si comparte la impresión de que ese partido, que dio sustento político al régimen que encabezó su marido (1973-1990), ha tratado de apartarse de la imagen de Pinochet.

"En realidad ha sido así, (de parte de) personajes que eran muy cercanos a nosotros, siempre iban a vernos, a saludarnos. A mí personalmente me ofrecían mucho cariño, jóvenes que por supuesto podrían haber sido mis hijos", precisó Lucía Hiriart, que el próximo diciembre cumplirá 88 años.

La UDI integra actualmente la coalición de derecha que con Sebastián Piñera como candidato, ganó las pasadas elecciones presidenciales y desplazó del poder, después de 20 años, a la coalición de centroizquierda Concertación por la Democracia.

Lucía Hiriart, que desde la muerte de su marido, en diciembre de 2006, ha sido vista en público en muy pocas ocasiones, hizo estas declaraciones tras asistir a una misa con motivo del 24 aniversario del atentado que sufrió Pinochet el 7 de septiembre de 1986.

Un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez emboscó a la comitiva del dictador en el Cajón del Maipo, al sureste de Santiago, cuando Pinochet regresaba a la capital tras pasar un fin de semana en una casa de campo que tenía en el sector llamado "El Melocotón".

Cinco escoltas del gobernante de facto murieron y otros doce resultaron heridos en el ataque, pero Pinochet sólo sufrió rasguños en una mano, gracias a la habilidad de su chófer, que logró sacar de la emboscada el automóvil blindado del general.

Respecto de si percibe algún reconocimiento o lejanía desde el gobierno de Sebastián Piñera, Lucía Hiriart respondió que "ni una cosa, ni la otra".

"Ni lejanía ni reconocimiento. Creo que es tan pronto que (Piñera) ha tomado el gobierno y ha tenido tantos problemas que no puede más que dedicarse a solucionarlos de inmediato", precisó.

Añadió que, en todo caso, son muchas las personas anónimas que le expresan afecto.

"Yo personalmente percibo que sí lo quería (a Pinochet) mucha gente y que a mí también me tienen cariño y permanentemente me lo demuestran. Donde voy siempre encuentro personas que me saludan con mucho cariño, me atienden regio", dijo.

Acerca de sus sentimientos respecto del atentado de 1986, la viuda de Pinochet señaló que "en realidad han sido muchos años, pero el recuerdo de estos momentos lo tengo bien claro, como fuera hoy día".

"Realmente fue algo muy fuerte y que sólo gracias a la Virgen Santísima, sobre todo la Virgen del Perpetuo Socorro, a la que mi marido le tenía mucha fe, creo que se salvo él y el niño que iba con él".

El día del atentado Lucía Hiriart no viajaba con su marido, que iba acompañado de su nieto Rodrigo García, de ocho años, que también resultó ileso.