Britney Spears podría estar perdiendo el control sobre sus actos. Al menos así lo aseguran fuentes cercanas a su ex novio, Jason Trawick, que afirman que no fue la cantante la que dejó a su mánager por una infidelidad, sino que fue él el que se cansó de su comportamiento. Después de años de escándalos, parecía que la vida de Britney Spears había vuelto a la normalidad; en este sentido, su noviazgo con Jason Trawick no presentaba problemas. Sin embargo, la relación se ha roto por la forma de actuar de la cantante, que ha llegado a "subirse encima de la mesa o contar las intimidades a cualquiera".