Barbie, reina del "glamour" de la industria juguetera, cumplió ayer 50 años sin arrugas, canas o planes de sentar la cabeza, con un festejo propio de Hollywood en el que se mostró una nueva versión de la muñeca original de 1959.

Creada como el prototipo de mujer perfecta, de esbelta figura, sexy y en la vanguardia de la moda al tiempo que profesional competente con más de cien carreras, Barbie ha sido para muchas niñas uno de sus modelos femeninos de referencia.

Diseñada inicialmente como un maniquí que se pudiese vestir, peinar y transformar al gusto de su poseedor, su éxito ha residido en su capacidad para adaptarse a los cambios sociales sin perder su esencia, según dijo la vicepresidenta de Mattel, Stephanie Cota.

"Si miras la historia, Barbie siempre ha sido un perfecto reflejo de su tiempo y de cómo evolucionaba la moda. Ahora un ejemplo de esto es su presencia en internet", comentó Cota.

Un mes después de que se creara su perfil en la red social virtual Facebook, Barbie cuenta con más de 70.000 "amigos", muchos de ellos también seguidores de sus pensamientos en Twitter, sistema de mensajes cortos de la web.

Su nuevo portal Barbiestyle, creado con motivo de su aniversario, ha recibido más de 80.000 visitas repartidas entre 160 países, aunque la mayoría de sus seguidores residen en EEUU, Brasil, Canadá, Reino Unido y Rumanía.

La muñeca pasará del medio siglo en plena forma, tras quedar atrás su batalla legal con las únicas rivales que parecieron hacerle sombra, las Bratz, de estilo más urbano e informal, que le fueron comiendo terreno.

Un juez dictaminó el año pasado que las Bratz eran hermanas de Barbie, al ser concebidas por un empleado de Mattel cuando aún trabajaba para esa empresa, lo que ha supuesto una indemnización multimillonaria para los padres de la diva de las muñecas. "De todas las experiencias se apren-de", dijo Cota.

Barbie ha ido modificando su figura y multiplicando sus versiones: rostro con o sin sonrisa, pelo largo, rubia o morena, piel más oscura o más clara y modelos étnicos para conquistar otras culturas.

Las críticas sociales hicieron que Barbie dejase atrás en 2000 la irreal cintura de avispa y ganase masa corporal para esquivar las acusaciones de que fomentaba la extrema delgadez.