Después de recuperar los sabores de la tradición y la memoria en la emblemática Casa Maquila -donde ofician Lola García y Jonay Darias-, a una ciudad como La Laguna le estaba faltando un sitio así, de cocina de a diario.

La Alacena del Arroz (La Carrera, 4; abierto de lunes a domingo de 12:00 a 23:00; tfno.: 922258971), que comparte espacio con Casual Food Jimmy como parte de la propuesta Gastro Zone, es de esos lugares que a cualquiera le gusta encontrarse cuando sale a comer fuera, con una carta que anima a repetir y capaz de mezclar la calidad con la sencillez.

En un chef perfeccionista como Pau Bermejo se percibe un fondo de raíz mediterránea, un aroma de buen oficio que se saborea de inmediato: mantequilla de lima; pan en tinta de calamar, de suave gusto, y una crema de calabacín con queso feta y pesto, homenaje a nuestros tradicionales potajes desde una interpretación italiana, un particular snack con el que convida a los comensales que se acomodan en el comedor.

En la carta figuran sopa de pescado y salmorejo cordobés; ensaladas, carpaccios y tartares, algunas propuestas de carnes y pescados, pero la diferencia sin duda la marcan los arroces, que se sirven para dos personas; impecables en su presentación, toman parte en la mesa desde un lugar de privilegio, con asiento propio, y muestran los diferentes puntos de cocción del grano, fondos de sabor intensos, concienzudos caldos, producto de calidad y ni una gota de grasa.

El listado despierta el apetito: paella mixta o marinera; arroz campero, de la huerta o a banda (a la manera de los pescadores, con el caldo del pescado y sirviendo el salmonete y la lubina salvaje aparte); el negro y el del "señorito" (los mariscos ya pelados); también el viejo (una recreación de la ropa vieja canaria) y los melosos (de navajas y lapas, pescado de roca, setas, pato o chipirones, entre otros). Y en este universo arrocero no podían faltar los caldosos (bogavante, nécora y gambas o de pulpo y carabineros), más las fideuás.

A esto se une un ambiente acogedor, un fantástico trato en el servicio de sala y el detalle grueso de unos precios contenidos. Y llegar hasta el final tiene premio: los postres de Pedro Rodríguez Dios. La bodega se surte de vinos canarios y cuentan con un grifo de Dorada Especial que marida a la perfección con los arroces. ¡Marchando!