Entre el hielo escarchado diseminado por el mostrador, impactan visualmente las bicudas (o picudas). Esbeltas e irisada tersura que, con tan estilizada forma, vaya si "desafían" a brotas, viejas, meros o samas ante la mirada escrutadora de los comensales.

Con consistencia de pescado azul, casi de túnido de empaque, el fruto de la mar adquiere dimensión coquinaria notable en el emplatado del chef titular, Francisco Javier Darias, que lo dota de expresividad basada sobre todo en la finura. Basta el escabeche aligerado, prudentemente administrado, para apreciar tal maravilla que lleva los acompañamientos decisivos como contrapuntos sápidos.

Un primor de cocina basada en la sencillez -el chef pone expresión de complicidad, dando por hecho de que esa es la clave-, con el aporte de la cebolla tierna de suave encurtido, hinojo, rúcula...

Lo principal, el mencionado pescado: punto de cocción impecable, jugoso, con retazos y persistencia a "spray" marino,...

Cuando uno traspasa el umbral del restaurante, si es que no decide quedarse en la terraza, se experimenta un "no sé qué de déjame entrar", que luego se constata en un servicio en sala ya legendario -no exagero-.

Los hermanos José y Miguel Barrera, jefe de sala y sumiller, respectivamente, junto con Crisogono Merino, han creado escuela forjada en la cercanía y en la seriedad, en la eficacia y en la psicología de presagiar las demandas y antojos del cliente.

Si antes de la bicuda ya habíamos "calibrado" dos emblemas de la casa junto a un blanco seco Tajinaste de La Orotava, la morena frita (atención al reportaje de este domingo) y el pulpo a la plancha "quemón" casi "a rabiar" -aunque yo particularmente lo encuentro estupendo-, la suprema de mero con vinagreta de tomate y orégano con tomate aliñado y burgados deparó otra "sencillez" de cocina -con Miguel Ángel López, segundo, y Yaisel Enrique, ayudante- que yo posicionaría en el "top ten" de lo que me ha tocado probar en lo que va de 2013. Maridaje certero con un blanco Los Quemados Albillo Barrica (Bodegas Reverón, Vilaflor, D.O. Abona).

Texturas, consistencias y sustancias marinas tan sutiles que en cierto modo eclipsaron a una correcta panceta de cochino canario (de unos 40 kilos), confitada a baja temperatura, lacada en miel y con vinagre macho. Por cierto, qué buen tándem, en este caso, con el elegante Marba Tinto Barrica (Tacoronte-Acentejo).

El príncipe alberto no desentonó con la línea salada y Miguel también sorprendió con una cuñas de excelente queso de Gran Canaria, de la D.O. Guía.

José Barrera anuncia que en El Templete se da la circunstancia curiosa de que mesas del comedor, tal cual están montadas, se trasladan al exterior en horario de la cena.

Centro Comercial El Médano, Granadilla, segunda planta, local 1.

922 17 60 79

Todo el día desde las 12:00 h. (cocina, de 13:00-16:30 y 19:30-23:00 horas). El Templete participa hoy en el encuentro "Sensaciones", en El Médano.

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