La bodega española Bosque de Matasnos busca encandilar con sus vinos elaborados con uva tempranillo al mercado de Australia, donde aumenta cada vez más la inclinación por este tipo de productos.

"El interés por el tempranillo es relativamente reciente, no demasiado grande, pero en los últimos años se ha incrementado el interés por el consumo del tempranillo y por la ampliación de sus plantaciones", declaro el enólogo español José Ramón Lissarrague, jefe del equipo de investigación vitivinícola de la Politécnica de Madrid.

Lissarrague se encuentra en tierras australianas por iniciativa de Bosque de Matasnos para promocionar el tempranillo en las ciudades de Sídney y Melbourne, y visitar viñedos en los estados de Australia del Sur y Victoria.

Australia, donde se cultivan unas 600 hectáreas de tempranillo, es un potencial cliente para los vinos españoles y especialmente para los de la región de la Ribera del Duero, ya conocidos en este país.

Por ello, Lissarrague explicó que ilustrará a técnicos y consumidores sobre las virtudes del tempranillo en todos sus sentidos, así como su "exigencia, su viticultura, la enología, su estructura y la situación actual del tempranillo en Australia".

El objetivo de la bodega española es "reforzar la idea de que el tempranillo es una magnifica variedad con un potencial enológico grande" y posicionar a los vinos de tempranillos como productos "muy competitivos en todos sus tipos", comentó el experto.

Latinoamérica, que también vende vinos en Australia, no compite con los tempranillos de España, país que tiene más de 200.000 hectáreas de estos cultivos frente a las 6.000 de Argentina, dijo Lissarrague en un acto en el Instituto Cervantes de Sídney.